A Ali S., de 24 años, le perdió su afición a hacerse selfis con pose de chico duro o cariñoso con su novia. Las fotos le salieron bien, pero lo que no calculó es que podían ser utilizadas en su contra como prueba de que él fue el presunto autor del robo de los dos móviles en los que aparece inmortalizada su cara. Los dos terminales pertenecen a dos mujeres que fueron asaltadas de madrugada en plena calle por un individuo de sus mismas características (al que luego reconocieron como Ali S.) que les exigió con violencia todas sus pertenencias. También asaltó presuntamente a una tercera víctima, pero esta no llevaba el teléfono en el bolso.

El joven niega todas las acusaciones, pero la Fiscalía pide para él tres años y medio de cárcel por cada robo que cometió. Según su escrito, el primer atraco lo perpetró a las 3.30 del pasado 26 de marzo, en la calle de Pedro Arnal Cavero, en el barrio Jesús. El encausado se dirigió a una mujer que transitaba por allí y, esgrimiendo una botella rota, le obligó a entregarle el bolso. Una vez obtenido su botín –consistente en los documentos de identidad de la víctima y de sus hijos, tarjetas de crédito, 180 euros y un teléfono móvil Huawei– tiró la botella y se marchó. Cuatro días después, vendió el terminal en una tienda, donde lo recuperó la Policía con fotos suyas.

El fin de semana siguiente y también de madrugada, Ali S. cometió los otros dos asaltos. Sobre las 4.30, en la calle Escultor Morato, amenazó con una navaja a una joven, al tiempo que le daba un tirón y le arrebataba el bolso. Además de tarjetas bancarias, documentación y efectos personales, llevaba un teléfono Huawei. Una hora después, en Tenor Fleta, repitió la operación con otra joven que transitaba por la calle. A esta víctima le quitó el bolso con su cartera, dinero y medicación.

El 15 de abril, el sospechoso se presentó en la misma tienda de compraventa de objetos de segunda mano con cuatro teléfonos móviles, entre los que se encontraba el arrebatado en Escultor Morato y, como en el caso anterior, con fotos y contactos privados del propio acusado.

A pesar de que cuando fue detenido Ali S. negó ser el autor de los atracos y dijo que los teléfonos se los había dado un amigo, las tres víctimas lo reconocieron sin duda como el individuo que les asaltó. Por eso y por que su versión no resultó creíble, la juez de Instrucción número 4 decidió enviarle a prisión de forma provisional, dada la alarma social que causa este tipo de delitos. Su abogada, Carmen Sánchez, anunció que pedirá su absolución.