¿Es posible hacer que la Zaragoza actual parezca la Zaragoza antigua? ¿Depende solo del prisma con el que se mire? Los alumnos del grado superior de Iluminación, captación y tratamiento de la imagen del CPA Salduie han vivido este último trimestre del curso embarcados en un ilusionante proyecto que perseguía averiguar cómo se vería la ciudad si fuese fotografiada con cámaras de hace cien años. 

El cineasta y periodista Miguel Lobera es el profesor de la asignatura de Proyectos Fotográficos y ha sido el impulsor de semejante iniciativa. Según informa, sus alumnos han utilizado cámaras que podrían considerarse toda una reliquia: desde una Kodak Pocket de 1903 hasta una Voigtlander Brilliant de 1920.

"El objetivo era que los alumnos fuesen capaces de entender la fotografía en su génesis, es decir, desde los principios físicos hasta los químicos" explica.

El proceso no ha sido fácil. Para empezar no sabían si unas cámaras tan antiguas iban a funcionar después de tantos años. Además, el uso de ese material supone añadir una buena dosis de complicaciones al trabajo de los alumnos: "Hay que pensar que estas cámaras de los pioneros de la imagen no tenían pantalla, no tenían electricidad, la distancia mínima para enfocar era de unos 5 metros, la apertura de luz había que hacerla a ojo y no tenían visor", expone el cineasta-profesor.

El proyecto acaba de terminar y el resultado es digno de enseñar. Además, Lobera considera que si sus alumnos son capaces de realizar fotografías con cámaras de hace cien años, no van a tener ningún problema con las modernas DSLR, es decir, las réflex digitales.

Las fotografías fueron realizadas en el entorno de la plaza del Pilar imitando técnicas y estrategias de los fotógrafos de principios del siglo XX.