El fiscal pide cárcel para dos hermanos de Torres acusados de explotar a tres pastores

Mantiene que trabajaban de sol a sol y sin descanso semanal y que vivían en una paridera. La defensa alega que dormían allí para ahorrarse un alquiler.

Dos ganaderos de Torres de Berrellén se sentarán en el banquillo de los acusados como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores por explotar, supuestamente, a tres inmigrantes magrebíes a los que contrataron como pastores. Según la Fiscalía, los hermanos Pedro Antonio y Aurelio S. C. impusieron a los empleados condiciones contrarias a la normativa aprovechándose de su "perentoria necesidad laboral".


Entre ellas, explica que desarrollaban su trabajo en horarios intensos y prolongados –"desde el amanecer hasta el anochecer"– y sin descanso semanal alguno. Añade que para dormir les dejaron un "inmueble inhabitable", en concreto, una paridera de ganado, sin cocina ni aseo ni agua caliente y la corriente la debían extraer de un pozo contiguo.

Además, solo la retribución de uno de los empleados estaba domiciliada, los otros dos cobraban en metálico y la empresa carecía de plan de evaluación de riesgos laborales. Por todas estas razones, el fiscal solicita para cada uno de los dos acusados un año y medio de prisión y sendas multas de 1.800 euros.


Por su parte, la acusación particular, en nombre de los tres trabajadores, considera que los hechos suponen tres delitos continuados contra los derechos de los trabajadores y pide penas de cuatro años de cárcel para cada hermano, así como dos multas de 6.000 euros. La acusación relata que sus clientes vivieron una situación como la que describe el fiscal y especifica que las jornadas abarcaban desde las 6.30 a las 21.30 en verano o hasta las 18.30 en invierno y, además, debían vigilar el ganado fuera del horario laboral. Manifiesta que los pastores disponían para pernoctar de una paridera que estaba en malas condiciones higiénicas y tenían que soportar malos olores.


A diferencia del fiscal, que no pide ninguna responsabilidad civil, el letrado reclama el pago de las pagas extras y horas extraordinarias que a su juicio se les debe a los denunciantes y que cifra en 110.706 euros para uno, 97.010 para otro y 41.228 para el tercero.


Mientras, el abogado defensor de los acusados solicita su absolución y rechaza todas las imputaciones. En su escrito recoge que en ningún momento impusieron condiciones de trabajo abusivas y niega que no tuvieran descanso semanal ni vacaciones remuneradas, así como que debieran hacer otras funciones asignadas distintas a las de sacar el ganado al campo. Explica que cuando las condiciones atmosféricas no lo permiten, los pastores no trabajan y las jornadas se recuperan después, como establece el convenio. Para reforzar sus argumentos, aporta la serie histórica de lluvias en Zaragoza en 2012 (89 días) y 2013 (129) más uno de nieve y otro de granizo cada año. Además, explica que la paridera estaba destinada a vestuario y que vivían en una casa aneja que habían ocupado voluntariamente, sin que el propietario les cobrase por ello, por su propia comodidad y para ahorrarse un alquiler.

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