De Bujaraloz a la estratosfera

Tres, dos, uno... y directo al cielo. Alrededor de 200 estudiantes monegrinos corearon ayer la cuenta atrás del lanzamiento de un globo sonda desde la localidad de Bujaraloz. El artefacto alcanzó una altura de 35 kilómetros y, tras llegar a la estratosfera, estalló. Después, y a través de un paracaídas, comenzó su descenso hasta caer en la población de Mora de Ebro (Tarragona), donde fue recuperado por los integrantes de la Agrupación Astronómica de Huesca.

La iniciativa, que fue promovida por el colectivo oscense, contó con la implicación de los alumnos de los institutos de Grañén, Sariñena y Bujaraloz, que, junto a sus profesores, vivieron una jornada "diferente y especial", tal y como apuntaron Nuria Piracés y Lena Lax, de Peñalba, que mostraron una gran curiosidad sobre diferentes conceptos relacionados con la astronomía. A su lado, uno de sus compañeros, Pablo López, de Bujaraloz, aseguró haber vivido el lanzamiento con "emoción y orgullo, ya que se trata de una experiencia de gran interés y para nosotros, es una satisfacción que tenga lugar en nuestro pueblo".

Los estudiantes, que se reunieron en el campo de fútbol de Bujaraloz, presenciaron el montaje final del artefacto, que fue equipado con sensores de temperatura, humedad y presión, un localizador vía satélite así como tres cámaras de vídeo, que apuntaban a la línea del horizonte, la superficie terrestre y la estelar. Según explicó el presidente de la Agrupación Astronómica de Huesca, Alberto Solanes, la recogida tuvo lugar con éxito.

De hecho, el tiempo de ascenso y descenso fue el estimado (unas 4 horas) y en el momento de la recuperación, dos de las tres cámaras de vídeo seguían funcionando. La tercera interrumpió su grabación al impactar contra el suelo. Así, dados los buenos resultados, el proyecto tendrá continuidad y, en unos días, los datos e imágenes recogidas serán analizados en los centros educativos. Además, los vídeos serán colgados en la red a disposición de todos los interesados, que podrán observar las diferentes capas del cielo o la curvatura del globo terrestre.

La iniciativa, que sumó el respaldo de varias instituciones, se completó con el desarrollo de diversos talleres, en los que los alumnos pudieron observar el sol, lanzar cohetes de aire o aprender a diseñar su propio reloj solar. Ante todo, el objetivo del proyecto, que continuará con nuevas actividades, es"acercar la ciencia y en especial la astronomía a los más jóvenes", señaló Jesús Fantova, responsable de Astromonegros, colectivo integrado en la Asociación Astronómica de Huesca.