El último adiós del 'superabuelo' de Aragón

Benjamín Tarragüel, vecino de Erla y el segundo hombre más longevo de España, ha fallecido en Huesca con 108 años tras pasar unos días hospitalizado.

Benjamín Tarragüel, fotografiado en Huesca en noviembre del año pasado.
Benjamín Tarragüel, fotografiado en Huesca en noviembre del año pasado.
Javier Broto

Nacido el 14 de octubre de 1907, Benjamín Tarragüel, el hombre más longevo de Aragón y el segundo español de mayor edad, murió la noche del jueves en Huesca, donde estaba ingresado tras una caída que le fracturó la cadera.


Tarragüel era natural de Erla. El alcalde de la localidad, José Manuel Angoy, lamentó ayer el fallecimiento del ‘superabuelo’ de las Cinco Villas y explicó que el entierro se celebrará hoy en este municipio. "Era la persona de mayor edad en Erla y una de las más longevas de España, ahora nos hemos quedado sin centenarios en el pueblo, aunque hay gente que está cerca", dijo Angoy.


En una entrevista concedida el pasado mes de noviembre a este periódico, Benjamín contaba que, pese a su avanzada edad, gozaba de una salud envidiable, que le permitía seguir a diario una rutina: salir a tomar café en el Casino de Erla y leer el HERALDO DE ARAGÓN –sin necesitad de gafas– para seguir con mucho interés la actualidad política del país.

Su hija Celina confirmaba entonces que su padre siempre había disfrutado de una buena salud. "No toma nada más que su pastilla de la tensión. Hace algunos años en una revisión descubrieron que tenía cataratas y lo operaron de un ojo", explicaba.


Activo, animado y con excelente memoria, Benjamín aprovechaba sus conocimientos de agricultor de toda la vida para seguir acercándose hasta el huerto familiar y dar consejos a las siguientes generaciones –nietos incluidos– sobre las tareas que es preciso llevar a cabo en cada momento del año.


Cuando cumplió los 100 años, sus convecinos le hicieron un homenaje en el que el entonces alcalde Jesús Sánchez le entregó un escudo de la localidad y le dedicó unas palabras, destacando el carácter sencillo y conciliador de Tarragüel. También fue obsequiado con cien claveles, uno por cada año cumplido. La Asociación de la Tercera Edad Torre del Señorío también lo agasajó con una placa conmemorativa y la rondalla Perla de Aragón le dedicó unas canciones personalizadas. Agradecido y emocionado, Benjamín invitó entonces a un aperitivo a todos los que acudieron a acompañarle en aquella ocasión especial.


En su último cumpleaños, el pasado 14 de octubre, pocos de sus vecinos dejaron pasar la oportunidad de acercarse a su casa para expresarle sus mejores deseos. "Está muy contento porque es un hombre muy agradecido y este año ha tenido más visitas que nunca. Ha venido todo el pueblo, pero también mucha gente de fuera", aseguraba su hija Celina.


En Huesca, donde vive su nieta María Teresa, Benjamín posó para HERALDO y se dejó fotografiar antes de ir a tomarse unos calamares como vermú, mientras recordaba que cuando él hizo la mili en la capital altoaragonesa, "la gente lavaba en el río".

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