El colegio Virgen de la Peana de Ateca va a pedir a Educación que mantenga el transporte escolar entre La Vilueña y el centro. El curso que viene esta ruta desaparece porque no se cumple el requisito de que existan seis alumnos. La usan una niña de La Vilueña y, hasta hace unos meses, dos niños de Valtorres que cambiaron de lugar de residencia. La familia de la pequeña de La Vilueña, que comenzará segundo de primaria, recibirá una ayuda para que se haga cargo de su transporte. Pero los padres carecen de carné de conducir y de vehículo, y no existe un autobús de línea que comunique las dos poblaciones.

Otra opción es un taxi. Tendría que subir de Calatayud. El coste de esta alternativa son 7.000 euros por 176 días de curso. La familia recibirá unos 800 euros al año, y tendría que asumir la diferencia. Desde el colegio piden la adopción de medidas compensatorias porque de lo contrario –dicen– se generan desigualdades.

Recuerdan que la etapa de Primaria es obligatoria y gratuita, y dicen que en los próximos años se incorporarán otros niños a la ruta. La alumna tiene otra hermana y en Valtorres hay otros dos niños más pequeños. Los ayuntamientos afectados y los servicios sociales son conocedores de la situación. Esta se trasladará a cuantas instituciones quieran asumir la reivindicación.

En otro pueblo de esta comarca, Clarés de Ribota, un niño de cuatro años no va a la escuela de Villarroya de la Sierra porque los padres no tienen medios para llevarlo. Él y su hermano son los únicos niños del municipio. El nivel de infantil no es obligatorio. El alcalde, Cesáreo Brun, lamenta que se pongan dificultades a quienes quieren vivir en el medio rural.