Los vecinos de Constitución auguran un colapso de tráfico con la nueva distribución de carriles

La supresión de giros y que solo quede una vía para los coches plantea dificultades en un paseo que cruzan al día 13.600 vehículos.

Trabajos en la calle Arquitecto Yarza, donde también se van a cambiar tuberías.
Trabajos en la calle Arquitecto Yarza, donde también se van a cambiar tuberías.
Raquel Labodía

Desde que comenzaron las obras el pasado mes de marzo la polémica no ha dejado de abonarse. Los vecinos del distrito Centro no solo se quejan de no haber recibido información y no haber podido participar en el proyecto de reforma del paseo de la Constitución, sino que también creen que la nueva distribución de la movilidad en la zona les granjeará graves prejuicios.


En los actuales tres carriles de circulación del paseo está previsto incluir un carril bici y un carril bus por lo que el coche privado verá drásticamente reducido su espacio. Por Constitución pasan cada día unos 13.600 coches en cada sentido, por lo que muchos conductores tendrán que cambiar sus rutinas de desplazamiento para que el tráfico en la plaza de Paraíso y en la zona de Santa Engracia no se colapse.


Además, también habrá otros pequeños ajustes que –al menos los primeros días– contribuirán a que se produzcan algunos cuellos de botella en el paseo. ¿El botón de muestra? Se va a prohibir el giro que se puede hacer desde Arquitecto Yarza hacia la plaza de Paraíso, dado que se dará continuidad al bulevar central y los coches que, por ejemplo, salgan del parquin de Ibercaja solo podrán ir a la derecha. En este giro, además, se encontrarán con el carril bici segregado por bolardos y otro carril con preferencia para el bus. Así, la maniobra tendrá que ser un tanto abrupta para incorporarse a la circulación y tendrán que recorrer varios metros (hasta una vía de escape a la altura de Comisiones) para poder ir hacia la plaza de Aragón.


Problemas en los garajes


La intervención en el paseo de la Constitución tiene previsto alargarse hasta finales de verano y, mientras el Ayuntamiento defiende que se basa "en los principios de movilidad sostenible que defiende el Gobierno de Zaragoza", los vecinos de la zona consideran que aún se está tiempo de rectificar para evitar problemas de circulación.


"Constitución es una vía rápida considerada de alta capacidad. En tiempos a las comunidades de vecinos les obligaron –con el coste que eso conlleva– a trasladar las puertas de los garajes para no entorpecer el tráfico. ¿Y ahora van a dejar un único carril?", se pregunta Patricia Cavero, edil del PP y presidenta de la junta del distrito Centro.


El de las salidas y los accesos a los garajes –por ejemplo el de Ibercaja de San Ignacio de Loyola, con 560 plazas– es solo un problema más de la larga lista que apuntan los vecinos. Desde la junta se distrito también se ha pedido que se piense en ensanchar las aceras (aseguran que no dan la medida para cruzar un par de sillas o carritos de bebé), que se remodelen los pasos de cebra, que la unión de bulevares sea más efectiva...


Teresa Artigas, concejal responsable de Movilidad, asegura que la reforma "favorece en primer lugar la movilidad peatonal porque se restringe el uso de bicis en el bulevar central y se conecta Constitución con la plaza de Paraíso", donde actualmente hay una valla que impide la continuidad de los viandantes. Esta pequeña operación también obligará a retranquear algún semáforo en la boca de Sagasta y, de nuevo, hay quienes creen que eso puede provocar algún que otro atasco.


Buses y cuellos de botella


"También se beneficia al autobús y al taxi porque hay carril para ellos en la entrada de la ciudad", continúa Artigas. El área de Movilidad afirma que así las líneas 25, 30, 32, 40 y 51 prestarán mejor servicio y eso beneficiará a los vecinos Las Delicias, La Cartuja o San José. Apuntan también que se dará una mayor agilidad al transporte público en Constitución, que es por donde se desvían ocasionalmente los autobuses cuando se corta el paseo de la Independencia. La consecuencia directa –de nuevo– es que en las inmediaciones de Paraíso solo quede un carril para el resto de vehículos, por lo que se corre el riesgo de se convierta en un embudo.


El tercer beneficiado según el Ayuntamiento es el colectivo ciclista. La bicicletas podrán circular de forma más ordenada y se enlazarán las vías ciclistas de Camino de las Torres con las de Independencia y Gran Vía. Los vecinos del Centro insisten en que ellos no están en contra de las bicis sino "a favor de la movilidad compartida". Por eso –argumentan– rechazan un proyecto en el que "todo se supedita a hacer carril bici".


Menos humos


La cuestión clave del conflicto es saber qué se va a hacer con los 26.000 coches que pasan a diario por el paseo y que, por ejemplo, en su entronque con el paseo de la Mina ascienden a 34.800. "Es necesaria una reducción del tránsito de vehículos como es tendencia en todas las ciudades europeas. Por una ciudad saludable, con más espacio para las personas y con menos contaminación", dice Artigas. El área de Movilidad persigue "desincentivar el uso del coche para atravesar la ciudad" y confía en que los conductores acaben evitando circular por Constitución de modo que un solo carril absorba todo el flujo de vehículos. Así sucedió, por ejemplo, en Gran Vía y la plaza de Paraíso, donde en una década el paso de vehículos ha caído a la mitad: de 110.000 vehículos a 60.000.

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