Ayer tocó echar mano del refranero. Y lo de "a mal tiempo, buena cara" fue el clavo al que agarrase entre los participantes en la Noche de los Tenderos Creativos de Zaragoza, que ayer celebró su tercera edición bajo la lluvia.

El fuerte aguacero que cayó al comienzo deslució la celebración, aunque no el ánimo de los comerciantes, que mantuvieron las puertas abiertas hasta pasadas las once. Pero lo cierto es que el público escaseó, sobre todo en comparación con el exitazo de ediciones anteriores.

La Noche de los Tenderos nació con la voluntad de celebrar el pequeño comercio, su diferencia y su originalidad, esa que moldea las calles dándoles personalidad. Casi 40 comercios del Casco Histórico y de la Magdalena participaron en la ruta de ayer, con una variada oferta.

Entre los más contentos de la noche estaban los que debutaban, como Cristina Clavejas, de la tienda Al Loro, que lleva desde Navidad abierta en la calle Santa Cruz. Ocomo Cristina, de Cris B, con sus prendas de ropa ecológica que vende en un local de la calle San Félix. Para las dos era su primera noche de tenderos creativos que supone, dijeron, "una forma de que te pongan en el mapa". Para Cris B, además, es una oportunidad de explicar "cómo trabajo".

En la calle San Agustín, la unión de seis de los espacios que están pared con pared hizo la fuerza. En La Ola había un taller de fabricación de cuadernos y en la galería Tremol, un niño trasteaba con la gaita. En el local de mermeladas Bubub hubo música en directo. Ycerca de allí, en la plaza de la Magdalena, sonaba la música de los DJen las tiendas ‘vintage’.

También se han unido en esta ocasión algunos bares, como la Hamburguesería Heroísmo, que presentó al público unas coquetas tartas con flor natural y un mural de Coco Escribano.