Javier Oroz: "La novela negra gusta porque al final ganan los buenos"

Zaragozano nacido en 1945, casado y con tres hijas, economista y presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia de Aragón, presenta hoy su obra, ‘Capaces de matar’.

Oroz ha publicado su tercera obra, con Mira Editores.
Oroz ha publicado su tercera obra, con Mira Editores.
Aránzazu Navarro

Usted es economista y ha desarrollado gran parte de su trayectoria en la banca, ¿cuándo le picó el gusanillo de la escritura?

Trabajé unos veinte años primero en el Banco Atlántico y luego en Caja Inmaculada. He sido siempre colaborador de prensa porque siempre tenía vocación de escribir, lo que pasa es que a la vez mis hijas y yo teníamos la vocación de comer –sonríe– y con la carrera de Económicas y la economía lo he conseguido.


Es más fácil ganarse la vida como economista que como escritor, ¿no?

Claro (se ríe). Por eso la vocación se quedó para tiempos mejores y esos han llegado cuando empiezo a rozar la jubilación, aunque todavía estoy en funcionamiento.


Usted empezó escribiendo de economía para que fuera accesible a todos. Hasta colaboró en televisión. ¿Cuál es la clave?

En economía, y en todo, consiste en prescindir de esos argots y expresiones que a veces sirven para separar. Si quieres explicarte te explicas y se entiende. Había un catedrático que decía: "¿Ha quedado claro?". Y si le decían que sí contestaba: "Pues entúrbienlo un poco que si no, no tiene categoría".


Y de ahí, ¿cómo pasa al terreno de la ficción?

Hace diez años escribí mi primera novela de relatos que era más económica, ‘Mientras llega el día’, y por la que gané el premio Santa Isabel de Portugal en 2006. Yo lo definía como economía-ficción, pero en la presentación, el periodista y escritor Pepe Royo decía que no, que era sobre la vida, que la economía se mete en la vida. La economía es vida. Economía y vida no están separadas.


Esa primera obra fue anterior a la crisis e incluía relatos bastante negativos sobre hacia dónde iba la economía. ¿La realidad ha superado a la ficción?

Pues ha ido corroborándolo todo. Una de las cosas era que los negocios, el materialismo, pasarían a primer término y que China seguiría teniendo mucho desprecio de las normas y eso ha sido así.


En su blog hay un balance de los 30 años que lleva publicando artículos de economía y dice que "todo vuelve una y otra vez". ¿No se aprende de los errores?

Igual que se dice que tenemos los políticos que merecemos, yo creo que tenemos la economía que merecemos. Si nuestra vida, nuestra sociedad y nuestros políticos están basados en el materialismo puro y en una crisis de valores total, qué economía va a haber. ¿Quién no ha sido corrupto?, ¿quien no ha podido?


¿Una prueba es la larga lista de evasores en paraísos fiscales?

Sí. Además se hacen todos los nuevos. Como si no se supiera que había paraísos fiscales.


Entonces, ¿el salto a la novela negra lo ha dado por lo turbia que está la economía?

Algo así. La novela negra ha proliferado mucho en tiempos de crisis. Primero, poner encima de la mesa panoramas de corrupción, lo oscuro, es algo que me llama y en segundo lugar por una vocación de joven. Además, a la gente nos gusta la novela negra por el sentimiento de justicia, porque al final ganan los buenos. Esa es una de las cosas que me gusta al escribir.


¿Y qué novela negra lee usted?

A mí, sobre todo, me encantaba Simenon y el comisario Maigret. Tenía un primo que me decía siempre "Agatha Christie no, Simenon, mira sus diálogos, es el que mejor los hace". Yo quería hacer diálogos como él aunque tengo unos gustos un poco más chabacanos porque me gusta Simenon y El Coyote.


Hoy presenta ‘Capaces de matar’ en el palacio de Sástago de Zaragoza. Dice que está llena de bancos ‘chanchulleros’, ingeniería financiera y paraísos fiscales. Muy actual.

Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Lanzo el personaje de la psiquiatra Amelia Breman que sostiene que ‘todos somos capaces de matar, lo que no significa que seamos malas personas’. Y ya tengo estructuradas ocho novelas más con ella.


Ahora es presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia de Aragón. ¿Toca retirarse?

Sí. Llevo el segundo mandato pero me vence después de las vacaciones. Es ya el momento de dejar todo menos la literatura.

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