Blues y latin jazz se fusionan con el talento del pintor Manuel Viola

?Durante el concierto de presentación del Centro de Música Moderna Santa María en el Palacio de Sástago.

Pedro Gan, Isabel Julián, María Pilar Marín, Ana María Gracia, María Pilar Gracia, Reyes Palá, Fernando Gurrea. En la parte de atrás, Juan Luis Ríos, Ana Pilar Zaldívar, Águeda Tutor y Cristina Navarro.
Pedro Gan, Isabel Julián, María Pilar Marín, Ana María Gracia, María Pilar Gracia, Reyes Palá, Fernando Gurrea. En la parte de atrás, Juan Luis Ríos, Ana Pilar Zaldívar, Águeda Tutor y Cristina Navarro.
Aránzazu Navarro

El Palacio de Sástago vivió ayer una mañana especial: la música y las artes plásticas hablando un idioma parecido en el mismo escenario; el recuerdo de la pintura de Manuel Viola y el blues y el latin jazz como banda sonora de fondo. Así de evocadora resultó la presentación del nuevo Centro de Música Moderna Santa María, que se llevó a cabo, como no podía ser de otra forma, en la Sala de Música del Palacio de Sástago.


La invitación prometía porque no solo se escucharon las palabras de su directora, Ana Pilar Zaldívar. Para la puesta de largo se había anunciado un momento musical que no decepcionó: a las guitarras eléctricas, Alonso Martínez y José Luis Arrazola; al piano, Pedro Gan; al bajo eléctrico, Senda Romero, y a la batería, Enrique Casanova. Todos ellos, explicó Ana Pilar, “músicos titulados superiores, que tienen sus grupos y colaboran en distintos proyectos, y que van a formar parte del nuevo centro de música moderna”.


Las expectativas se cumplieron y la sala se llenó. Muy emocionadas participaron en la puesta de largo las fundadoras de los centros Santa María, María Pilar Gracia y Ana María Gracia, que en 1973 impulsaron el primero de los tres que hay en la actualidad. También asistieron amigos como José Luis Peña, del Conservatorio Superior de Aragón; Antonio Camino, director del Thematis Musicae Gestio; Fernando Gurrea y Águeda Tudor, así como miembros del coro de antiguos empleados de la CAI.


A todos agradeció su presencia Ana Pilar Zaldívar, quien justificó el nacimiento del nuevo proyecto “por el interés detectado entre los alumnos”. “La música clásica y moderna no son incompatibles; al contrario, se complementan, pero muchos niños se decantan por esta última y, en el futuro, a través de ella se especializarán y podrán participar en películas, anuncios o videoclips”. Y puso algún otro ejemplo: “Daniel Barenboim lo mismo toca obras de Beethoven o de Wagner que tangos; todo es música, buena música”.


En su intervención recordó que el curso 2016/17 será el primero que se imparta, “aunque a partir del mes que viene ya vamos a empezar con las sesiones abiertas en las que podrán participar los alumnos que quieran saber el nivel de exigencia de las pruebas de acceso”.


Antes de que la magia del blues comenzase a inundar la sala, agradeció los apoyos recibidos e invitó al público a disfrutar de un concierto realmente especial. Entre otros, lo hicieron Reyes Palá e Isabel Julián, del Club de Opinión La Sabina; María López Palacín, de la Cámara de Comercio; Carlos Gurpegui, responsable de la difusión del evento; Mercedes Díez y José Luis Marqués, María Pilar Marín, Juan Luis Ríos o Cristina Navarro.


El quinteto se arrancó con un blues cuyas primeras notas fueron la excusa perfecta para, a partir de ese momento, improvisar y crear una pieza única que no se volverá a repetir. Y así con el resto. Esa fue la verdadera magia de una matinal inolvidable.

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