Caspe declara desastre natural la tormenta de julio y devuelve los gastos por licencias de obra

El Ayuntamiento de Caspe aprobó por unanimidad en el último pleno declarar como desastre natural la tormenta sufrida el 18 de julio del pasado año, que provocó graves desperfectos en el municipio.

El alcalde, Jesús Senante, explicó que, durante meses, se abrió una oficina municipal encargada de evaluar los daños, y que contabilizó 78 reclamaciones de zonas rústicas por un importe de 4.608.224,84 euros, y otras 34 reclamaciones en zonas urbanas por un valor de 245.488,70 euros.

En total, más de cuatro millones de euros en daños que se produjeron tanto en el término municipal como en el casco urbano, debidos fundamentalmente a la fuerza del viento. Por ello, desde el Ayuntamiento se comprometieron a la bonificación del Impuesto de Construcciones e Instalaciones y Obras de los damnificados.

La ordenanza que fue aprobada en octubre entró en vigor el 1 de enero. Ahora con la designación de la tormenta como desastre natural se da un mes de plazo para que los afectados puedan pedir la devolución del 95% del importe de licencia de obras que pidieron para poder reparar los daños y restituir a su estado anterior la propiedad, siempre que estén valorados teóricamente.

En ese mismo pleno también se aprobó una propuesta de todos los grupos municipales relativa al suministro del fármaco Atalurem para los dos niños caspolinos afectados por la enfermedad Distrofia Muscular de Duchenne.En dicha moción se solicita al Gobierno de Aragón que "exija" a la Agencia Europea del Medicamento los resultados y valoración del tercer ensayo clínico del medicamento, solicitando que se habilite una modificación presupuestaria para financiar el suministro de este medicamento a los tres niños aragoneses que padecen la enfermedad.