Petardos, música y un mexicano en la protesta de trabajadores de Auzsa

Los empleados se concentraron en la plaza Aragón y paralizaron el centro de la ciudad.

Nueva concentración del personal de AUZSA en Plaza Aragón
Nueva concentración del personal de AUZSA en Plaza Aragón
Sandra Lario

Los trabajadores de Auzsa volvieron a la calle y, una vez más, paralizaron el centro de Zaragoza -el tranvía estuvo cortado durante alrededor de media hora-. Cientos de empleados y familiares se concentraron a las 19.00 en la plaza Aragón de Zaragoza entre petardos, música y un mexicano -representando al dueño de la empresa. También intervinieron compañeros desplazados desde casi todos los puntos de España. De este modo, los empleados mostraron su descontento ante la situación que están viviendo: 57 días de paros y sin ningún acuerdo. 


Después de que la asamblea de trabajadores ratificara este martes la decisión de no aceptar la última propuesta de la empresa, solicitó al Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje -SAMA- que acuerde una nueva reunión con Auzsa para intentar acercar posturas. De momento, no hay fecha cerrada, pero lo más probable es que sea el próximo martes, 9 de febrero. Al menos, así lo aseguró Javier Anadón, representante del comité de huelga. 


"En el caso de que no lleguemos a un acuerdo, nuestra intención es ir a Madrid a hablar con los dirigentes del Grupo Avanza -al que pertenece Auzsa-", explicó Anadón. No obstante, recalcó que "no hay que adelantar acontecimientos" y que espera que se alcance un acuerdo en la próxima cita y se puedan desconvocar los paros. 


Respecto a la sugerencia que les hizo el Justicia de Aragón este miércoles de desconvocar antes la huelga, los trabajadores tienen claro que van a mantener su postura. "Respetamos su opinión, pero entendemos que los paros tienen un objetivo concreto, que es buscar la solución del conflicto y mientras que no se solucione, no hay motivos para esa desconvocatoria", subrayó. 


El representante del comité de empresa también comentó las discrepancias dentro del pleno del Ayuntamiento respecto a los servicios mínimos -puesto con el Gobierno municipal en el 33%-. "Nosotros cumplimos con lo que ha marcado el Consistorio y obedecemos a la empresa, que es la que decide qué autobuses hacen los servicios mínimos y dónde se retiran", recalcó Anadón.


Los paros se suceden desde el pasado 10 de diciembre entre las 9.00 y las 11.30 y entre las 18.00 y las 20.30. No obstante, las repercusiones se notan media hora antes y media hora después.

Representantes de otras ciudades

Los trabajadores de Auzsa estuvieron apoyados por representantes de otros sindicatos relacionados con el transporte de otras comunidades autónomas y ciudades. Algunos lo hicieron a través de una carta y otros se trasladaron hasta la plaza Aragón. "Estamos apoyando a los compañeros porque tienen derecho a tener un convenio digno, ya que llevamos muchos años sufriendo recortes en nuestros derechos y salarios. Este es el momento de recuperar lo que hemos perdido los trabajadores y que las familias puedan llegar a final de mes", sostuvo Alberto Blanco,  representante de transporte de CC.OO. Madrid. 


Javier Anadón señaló que "todas las miradas están puestas en Zaragoza", haciendo alusión al apoyo de muchos de los sindicatos dependientes de empresas pertenecientes al Grupo Avanza. "En función de cómo finalice el conflicto, la balanza se inclinará hacia el lado de la empresa o de los trabajadores", puntualizó.

¿Qué es lo que piden?

Los trabajadores continúan pidiendo la restitución de las condiciones laborales y económicas que tenían hasta octubre de 2013, se instalen aseos en los finales de línea, se confeccionen unos tiempos de recorrido que permitan garantizar las frecuencias de paso del autobús y tener unos turnos de descanso que les permitan conciliar su vida laboral y familiar.


Además, hacen especial hincapié en la sustitución de las más de 33.000 horas extraordinarias realizadas en 2015 -casi un 12% más que las registradas en 2014- por una veintena de contratos. Según destacan, “supone un incumplimiento del máximo de horas extra permitidas por el Estatuto de los Trabajadores”. De hecho, el comité de huelga anunció que va a presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo.

La espera se hace eterna

El resto de trabajadores y ciudadanos de la ciudad de Zaragoza empiezan a notar el hartazgo por las horas de espera que llevan acumuladas. "Entiendo que deben defender sus derechos, pero ya está bien, que llevamos casi 60 días...", señaló Pilar mientras miraba la concentración desde la parada del autobús.


Como ella, Marta también esperaba al autobús urbano. "Es un servicio público, no uno privado, por lo que no deberíamos estar desatendidos", lamentaba. Ella llevaba más de media hora en la parada y, según el cartel que anunciaba la llegada del próximo autobús, todavía le quedaban otros 35

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