El Ayuntamiento reactiva el expediente de derribo de Averly, que llevaba un año y 8 meses paralizado

Urbanismo levantará la suspensión el miércoles, pero pedirá nuevos informes a Brial antes de darle el permiso definitivo.

Fachada de Averly en el paseo de María Agustín de Zaragoza.
Fachada de Averly en el paseo de María Agustín de Zaragoza.
aránzazu navarro

Tras más de un año y medio paralizado, el Ayuntamiento reactivará el miércoles el expediente de licencia de derribo de la parte no protegida de Averly. La gerencia de Urbanismo levantará la suspensión decretada en su día y, como consecuencia, el procedimiento de demolición de las viejas naves de la factoría seguirá su curso administrativo. Esto no significa que Brial, la constructora que planea levantar 160 pisos en este terreno, pueda iniciar el derribo de forma inmediata. De hecho, fuentes municipales señalaron que se van a pedir nuevos informes y documentos antes de dar el permiso definitivo.


El 29 de mayo de 2014, una excavadora de una empresa de derribos llegó a entrar en el terreno de Averly, ya que ese día el Ayuntamiento iba a tramitar el expediente que permitía a Brial demoler las naves de la vieja fundición que no están catalogadas. Entonces, el permiso de derribo estaba preparado para aprobarse sin necesidad de realizar los informes que supuestamente ahora se van a solicitar a Brial. Sin embargo, esa licencia no se llegó a votar, ya que el fiscal de la Sala de Medio Ambiente y Urbanismo pidió información sobre el expediente. Mes y medio después, el equipo de Gobierno socialista decidió suspender la tramitación de la licencia "por prudencia".


En noviembre de 2014, la constructora volvió a pedir que se reactivara la licencia de derribo, después de recibir un escrito aclaratorio de la Fiscalía en el que afirmaba que de su petición no se podía deducir que se tuviera que paralizar el expediente. Pese a ello, la suspensión se mantuvo durante meses, a la espera de que se resolviera –o al menos se aclarara– el proceso judicial abierto por la asociación en defensa del patrimonio Apudepa, que trataba de impedir la destrucción de estas instalaciones industriales.


Este panorama se despejó en parte el pasado mes de octubre. Apudepa había recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón la catalogación por parte de la DGA del 32% de Averly, lo que permitía levantar unos 160 pisos, y pedía que se protegiera todo el conjunto industrial. El tribunal aceptó las medidas cautelares solicitadas por Apudepa, pero le pidió un millón de euros de fianza que no pudo afrontar. La asociación en defensa del patrimonio recurrió al Supremo esta cantidad, y este tribunal falló el pasado mes de octubre en su contra por una cuestión de forma –por presentar tarde un escrito–. Con ello, y a pesar de que aún falta por emitirse el fallo sobre el fondo del asunto –la protección del conjunto–, las medidas cautelares se levantaron.


Una vez conocido el fallo del Supremo, Brial volvió a pedir una vez más hace casi tres meses que el Ayuntamiento reactivara el permiso de derribo. En su escrito, los dueños del terreno advertían que de no estimarse su solicitud el Ayuntamiento estaría actuando "de manera arbitraria y no ajustada a Derecho", por lo que se verían obligados "a ejercitar todas las acciones precisas (...) adicionales a la petición de responsabilidad patrimonial". El Ayuntamiento entonces encargó un informe jurídico que se ha cerrado hace varias semanas, y que es el que ha hecho que el Consistorio se vea ‘obligado’ a desbloquear el expediente de derribo.


El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, siempre se ha mostrado a favor de la protección total de Averly y de impedir, por tanto, la construcción de viviendas. De hecho, llegó a convocarse una reunión con Brial para buscar soluciones, pero se quedó en una simple toma de contacto inicial que de momento no ha prosperado.


Aunque la constructora sigue abierta a hablar con el Ayuntamiento, pide que la tramitación administrativa continúe, tanto de la licencia de derribo como del plan especial. Además, en diciembre abrió una lista de posibles interesados en las viviendas. Aunque aún no va a abrir el proceso de comercialización, Brial quiere empezar a detectar el interés que levanta la promoción, aunque los interesados no adquieren ningún derecho ni ninguna obligación sobre los pisos. En un cartel promocional que ha instalado en la zona, Brial muestra su proyecto de edificio de 19 plantas.

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