El manto de niebla con el que amaneció Zaragoza este martes condicionó, una vez más, la actividad en el aeropuerto de la capital aragonesa, que todavía no dispone del ansiado sistema que facilita el tráfico en momentos de baja visibilidad.

Un avión de Ryanair procedente de París que tenía previsto aterrizar a las 11.10 en la terminal zaragozana fue desviado al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, donde llegó sin más contratiempos.

Además, se retrasó un vuelo procedente de Palma de Mallorca operado por la compañía de bajo coste Vueling. El despegue se dilató más de tres horas. El pasado viernes también se canceló el aterrizaje de un carguero como consecuencia de la espesa niebla, que mermaba la visibilidad para hacer la maniobra en las debidas condiciones.

El resto de vuelos de este martes -todos ellos de carga- transcurrieron sin problemas una vez se despejó el cielo y los trabajadores se encontraron con un escenario más favorable.

Desde AENA, que confirman las dificultades registradas en la mañana de este martes, se asegura que "el próximo mes de marzo, cumpliendo con los plazos previstos", ya estará operativo el sistema antiniebla, cuya llegada a la infraestructura zaragozana se ha ido retrasando durante años.

El sistema ILP (Instrumental Landing System) permite volar en condiciones de niebla extrema y su llegada se anunció, por vez primera, en 2010.

En los Presupuestos Generales del Estado de 2015, el aeropuerto de Zaragoza tiene una inversión prevista de 6,6 millones de euros, y de ellos destaca la puesta en marcha del citado sistema antiniebla con 4 millones de euros de inversión, y 1,27 más para adecuar y ampliar el área de movimiento de aeronaves.

Más pasajeros

Los datos acumulados hasta el mes de noviembre revelan que que el aeropuerto de Zaragoza ha experimentado un mayor trajín de pasajeros en lo que va de año en comparación con el mismo momento de 2014. En concreto, el número de personas que han llegado o marchado desde la capital aragonesa ha subido un 1,4%.

Por el contrario, según las cifras de AENA, el tráfico de carga, la 'estrella' en la capital aragonesa, se ha reducido en un 2,1%.