Nostálgico pregón en el chupinazo bilbilitano

La fantasía de la cabalgata y los recuerdos de infancia del pregonero abrieron las fiestas estivales de Calatayud.

La cabalgata llenó de color las calles de Calatayud este viernes.
La cabalgata llenó de color las calles de Calatayud este viernes.
Jesús Macipe

Hasta el miércoles, Calatayud vivirá las fiestas en honor a su patrona, la Virgen de la Peña. El programa de festejos se abría este viernes con la cabalgata, en la que más de una decena de grupos de animación anunciaron el inicio inminente de los festejos, que se inauguran oficialmente este sábado con el volteo de campanas y el toque del reloj tonto.


Es también este sábado cuando abre sus puertas la feria de muestras, de gran tradición en la ciudad. El concejal de Festejos, Arturo Yagüe, explicaba que "se han incluido algunos actos más que en años anteriores con un presupuesto total que apenas ha variado y que ronda los 80.000 euros". Destacó entre las tradiciones más populares "las salidas de la comparsa de gigantes, enanos y cabezudos que hacen las delicias cada mañana de los chiquillos, además de las que forman parte del encuentro entre religión y tradición cultural".


Un grupo de jóvenes son, en estas fiestas, protagonistas por varios motivos. Conforman el coro juvenil Augusta Bílbilis, que cumple 20 años de existencia. Estos jóvenes han grabado un disco que se ha entregado con el programa, y que se presentaba el pasado jueves en el seminario de Nobles con gran afluencia de público. Han recibido, además, uno de los premios Ciudad de Calatayud y actuarán el próximo lunes en el teatro Capitol.


Como se vio este viernes en la cabalgata, muchos grupos locales salieron con su música y su animación para poner color e imaginación al centro de la ciudad. Cuando la fantasía y la alegría de este recorrido desembocó en la plaza de España, se abrió la balconada del Ayuntamiento para que el economista, Clemente Polo Andrés, se dirigiera a los vecinos de Calatayud, donde no reside habitualmente, pero a la que viene en vacaciones. "Es como volver al seno materno, aquí me siento muy tranquilo y feliz", afirmó. "Los paseos, poder callejear por los barrios viejos, y compartir unas tapas en los bares con amigos son esos momentos con los que uno logra cargar pilas".


Este economista, con domicilio en Sant Cugat del Vallés, es Catedrático de Economía en la Universidad Autónoma de Barcelona y ha sido asesor de la Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora; y de Felipe González entre 1990 y 1993. El pregonero tuvo la noche de este viernes palabras de "enorme gratitud" para sus maestros y profesores.


Polo desciende de una familia bilbilitana dedicada, desde 1934, al comercio: Calzados Polo, ubicada en la que era la calle más dinámica de una ciudad, de la que salió cuando tenía 17 años para irse a estudiar a Bilbao, y que ha quedado marcada por las cicatrices que ha dejado la última recesión económica.


Para trasmitir esperanza y animar a los bilbilitanos a no dejarse llevar por el pesimismo a pesar de la coyuntura, Polo empleó esta frase de un graffiti callejero: "sólo el pez muerto sigue la corriente". Y para finalizar, se ofreció a la ciudad para devolverle "todo lo que ésta le había dado".

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