El incendio declarado el sábado en la comarca de las Cinco Villas, en el término de Luna, sigue evolucionando hacia su control total tras una noche en la que no se han producido novedades y podría quedar controlado este martes, aunque el principal enemigo es la intensa jornada de calor prevista, según las conclusiones establecidas en la reunión del Centro de Coordinación Operativa en Emergencias, celebrada en el 112. 

En la pasada noche han estado trabajando en la zona un total de 148 personas que se han dedicado a mojar la zona y a labores de vigilancia. Durante la noche han trabajado en el incendio un total de 6 cuadrillas terrestres, 4 autobombas y una sección de la UME. En la jornada de este martes está previsto que sigan en la zona del incendio un total de cincuenta personas, además de 4 autobombas y maquinaria pesada. Igualmente está previsto que a lo largo del día de hoy se desmonte el centro de mando avanzado de Biota.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha vuelto a agradecer la labor “magnífica” realizada por todo el personal de las distintas administraciones, Gobierno de Aragón, DPZ, Ministerio, y otros organismos. Guillén ha agradecido a los vecinos de la zona sus trabajos y ha tenido unas palabras especiales para los miembros de la UME.

El fuego había arrasado hasta este martes 14.146,03 hectáreas en la comarca zaragozana. Guillén ha expuesto que más de 7.000 hectáreas son de masa forestal, 4.251 arboladas y 2.825 desarboladas, a lo que se suman 6.936 hectáreas de cultivos y 132 de otros usos.

El incendio está "casi controlado", ha indicado el consejero, quien ha comunicado que el nivel de alerta es el 0A, por lo que la Unidad Militar de Emergencias (UME) abandonará el lugar. Representantes del Ejecutivo visitarán la zona para conocer la situación sobre el terreno y hablar con los alcaldes y los colectivos afectados. Se elaborará un plan de reforestación y se estudiarán las pérdidas que pueden ser resarcidas, ha dicho el consejero, quien ha apuntado que la mayor parte de las zonas agrícolas están aseguradas.

Los vecinos, realojados

Este lunes, el Gobierno de Aragón autorizó el realojo de los 230 habitantes de Asín y Orés que abandonaron sus viviendas el pasado sábado debido a este incendio, al igual que los de Biota y Faradués, que comenzaron a volver ayer domingo, de forma que se ha completado el regreso de todos ellos.

El alcalde de Orés, Antonio Campos, indicaba que algunos de los vecinos regresaron ya por sus propios medios a la localidad desde Luesia, población a la que fueron evacuados, una vez que el incendio se estabilizó.

En total fueron desalojadas unas 110 personas entre los 60 que viven habitualmente en Orés, los doce ancianos de la residencia y los vecinos que se encontraban en el pueblo pasando el fin de semana o las vacaciones estivales.

Tras el regreso de los vecinos a Orés, la situación en el pueblo está "tranquila", según Campos, dentro de la "desesperación de ver todo calcinado" y que supone "una pérdida tan importante de masa forestal".

El nivel del incendio ha bajado de 2B a 2A, lo que se traduce en que el riesgo es "meramente forestal", según el ejecutivo aragonés, y en la extinción del mismo trabajan un total de 420 personas y 19 medios aéreos, a los que se suman los terrestres: 35 autobombas, 9 máquinas pesadas, 2 ambulancias de la UME y un puesto de mando avanzado y un vehículo de transmisiones.

Estos efectivos se reducirán de forma paulatina en los próximos días, siempre que no se produzcan modificaciones sustanciales de la situación, han indicado las citadas fuentes, que han señalado que ya se han retirado los medios de apoyo llegados desde Cataluña, aunque continúan en la zona los procedentes de Valencia y Navarra.

El sindicato agrario UAGA ha hecho una primera estimación de los cultivos afectados por este incendio, unas 6.100 hectáreas de cereal de secano, entre el cosechado y el que estaba sin recoger en las poblaciones de Biota y Luna, aunque estiman que hay más hectáreas quemadas en este último municipio que son cultivadas por agricultores de otras zonas y sobre las que la organización no dispone de datos.