Agricultores y ganaderos piden la declaración de desastre natural

Estiman las pérdidas en 25 millones de euros y Agroseguros afirma que alrededor del 50% de las parcelas de la ribera del Ebro no estaban aseguradas. Todos los colectivos reclaman que haya ayudas tanto para las parcelas aseguradas como para las que no.

Vista de las inundaciones de campos por la crecida del río Ebro
Agricultores y ganaderos piden la declaración de desastre natural
Heraldo

La crecida del Ebro ha provocado que alrededor de 28.000 hectáreas hayan resultado anegadas. Un hecho sin precedentes y que va a poner en jaque a los gobiernos autonómicos y centrales debido a los elevados costes que supondrá. Según estiman desde la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) las pérdidas rondarían los 25 millones de euros solo en Aragón. Además, unas 4.000 explotaciones se han visto perjudicadas por la riada.


Por su parte, las aseguradoras también tendrán que hacer frente a esta avenida excepcional y que ha afectado tanto al sector ganadero como al agrícola. “Según los datos que maneja Agroseguros, alrededor del 50% de la las parcelas de la ribera del Ebro no están aseguradas”, señala José Manuel Penella, secretario general de UAGA Aragón.


Uno de los casos más comunes es el de la alfalfa, que ha sido uno de los productos más afectados por las inundaciones. Esto se debe a que es un producto de poco riesgo puesto que se recoge varias veces al año. “La única opción de que se pierda toda la cosecha es con un fenómeno excepcional como este”, puntualiza Penella.


Y es que la elección del seguro es toda una aventura para los agricultores. Por ejemplo, en los cultivos herbáceos extensivos como el cereal hay tres tipos de seguros: módulo 1, módulo 2 y pedrisco. En los tres están cubiertos los problemas de inundaciones, pero cada uno ofrece soluciones diferentes. El primero saca las cuentas de las zonas afectadas valorando toda la explotación. “Es decir, si tienes una gran explotación y se ve afectada menos del 20%, no te cubre nada”, explica Penella.


Por el contrario, la segunda opción, y consecuentemente más cara, hace el balance por parcelas. En este caso aunque solo se haya inundado el 15% de la explotación, se indemniza por zonas (a partir del 20% de la parcela afectada). “Ambos seguros se podían contratar desde septiembre de este año, excepto si son cereales de primavera”, sostiene Penella.


La tercera opción y más económica es la de pedrisco. Funciona casi exactamente igual que el módulo 2 con la diferencia de que no incluye la no nascencia y por tanto se empieza a contratar a partir del 1 de marzo, momento en el que la riada ya había anegado la mayoría de las hectáreas.


La diferencia entre ambas opciones es considerable. Mientras que una hectárea de trigo duro en Quinto de Ebro rondaría los 38 euros con el módulo 2, bajaría hasta los 26 asegurada en pedrisco. “Mucha gente se decanta por esta opción debido a que es más económica, por lo que no se han podido adherir al seguro”, destaca Fernando Luna, representante de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Aragón (ASAJA). 


De todas maneras, los seguros agrarios no cubren en ningún momento el 100% de las superficies afectadas, sino que solo llegan al 80%. Asimismo, los ganaderos también se encuentran en serios problemas. “Han fallado con las previsiones y esto ha provocado que ahora haya muchos animales muertos, enfermos o con estrés”, declara Luna.


Por ello, todos los colectivos dedicados a la agricultura y ganadería piden que se declare como zona de desastre natural. “De este modo se permite cobrar el 100% de las pérdidas tanto a los asegurados como a los que no tenían seguro”, destaca Penella. Esta medida ya se ha adoptado en otros países de la Unión Europea, y recoge el derecho a indemnizar de este modo a todos los estados miembros.


"Es algo que llevamos avisando desde hace años, pero hasta que no ha afectado más gente, no se han empezado a plantear políticas reales", resalta Jorge Valero, presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos (ARAGA). Al mismo tiempo detalla que hay que tomar tres decisiones: "indemnizaciones para todos, limpiar el río y realizar una serie de obras para regular el caudal". 

Un decreto “abierto”

Ante una situación excepcional como esta, el Gobierno central ha decidido elaborar un decreto que incluya “todo tipo de medidas necesarias para reparar los daños y para indemnizar las situaciones que así lo requieran”. Este decreto se aprobará el próximo viernes en el Consejo de Ministro y según ha subrayado la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ”será abierto, ya que hay que seguir evaluando los daños y habrá nuevas partidas presupuestarias”.


Sin embargo, en ningún momento ha aclarado si estas ayudas tendrán como destinatarios solo a los asegurados y si dejará fuera cualquier situación que sea asegurable, o por el contrario, declarará la zona como desastre natural y todos podrán adherirse a las ayudas.


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