Cocinando un buen inglés

Los alumnos del CEIP Bilingüe Agustina de Aragón se convirtieron en hosteleros por un día.

Los niños del CEIP Bilingüe Agustina de Aragón fueron hosteleros por un día
Cocinando un buen inglés
H.A.

¿A qué sabe el inglés? Los alumnos del Ceip Bilingüe Agustina de Aragón tienen clara la respuesta: a pizza. La última iniciativa que han desarrollado sus profesoras les obligó a ponerse gorros de cocinero y pajaritas de camarero para hacerse cargo de sus propios restaurantes italianos. El curso, dividido en cuatro clases, creó el 'Chiampino', el 'Junior', el 'Moirsi di Pasta' y el 'Chicetas'. Todos ellos lugares donde la comida es la reina, y el inglés el rey.


Las docentes que impulsaron esta iniciativa, Susana Bernal y Yolanda Cortés, navegaban por Internet buscando nuevas formas para que sus alumnos mejoraran aún más su nivel de inglés: "Muchas veces nos basamos demasiado en la gramática pero los niños necesitaban desenvolverse en situaciones de la vida cotidiana", explica Bernal. La idea les rondaba por la cabeza desde un viaje que realizaron el pasado año a Brighton, en Inglaterra. Allí, según dicen las docentes, las situaciones se volvieron ligeramente caóticas: "Entraron a comer en una pizzería y entre pedir o pagar cada uno por su cuenta hubo algo de revuelo porque no se aclaraban del todo", cuentan.


La idea del 'role-playing' se les quedaba pequeña y eso les llevó a innovar en el género: "No es lo mismo simular las situaciones que vivirlas y añadir una participación de otros niveles", explica Bernal orgullosa del trato que ofrecieron sus alumnos a los demás chicos del centro. Por los restaurantes acabaron pasando alrededor de 150 alumnos de diferentes cursos que pudieron degustar tres tipos distintos de sabrosa pizza, sandwiches y bebidas, todo ello, por supuesto, pedido en inglés y pagado posteriormente con billetes de Monopoly: "Los más pequeños pudieron comprobar que saben el idioma. Les traían lo que querían y se quedaban anonadados", dicen las docentes.


El éxito de su idea fue absoluto, y las cartas de otros alumnos felicitándoles por el trabajo bien hecho no tardó en llegar, incluso otros profesores del centro les expresaban su alegría por haber desarrollado la actividad: "Esto es el bilingüismo. Es algo verdaderamente útil porque aprenden a comunicarse, que al fin y al cabo es lo que hay que enseñarles aquí", asegura Susana Bernal.De propietarios a comensales


Ante tal derroche de comida puede parecer que los alumnos de sexto se quedaron sin probar ni un solo bocado de las exitosas recetas de sus restaurantes, pero no fue así. Sus profesoras les guardaban un premio final que consistía en sentarse en las mesas a disfrutar, esta vez en castellano y siendo ellos los comensales.


Su actuación ha sido grabada y se ha enviado al colegio de Brighton, con el que el centro está hermanado, para que los chicos ingleses puedan practicar también esta enriquecedora experiencia.Las situaciones irán más allá


El restaurante solo ha sido el primer paso de esta iniciativa de aprendizaje impulsada por Bernal y Cortes. Ambas profesoras aseguran que quieren desarrollar tres actividades más conforme avance el curso: "Tienen que ser situaciones reales, por eso hemos pensado en un hospital, un viaje al aeropuerto y por último, y como cierre, una sesión de cine con palomitas y una buena película", explican contentas tras el buen resultado de la experiencia que, aseguran, les ha confirmado algo que ya sabían: "Nuestros alumnos saben más de lo que se creen".