El coste de un entierro sencillo puede rondar los 2.000 euros, una cantidad astronómica e inasumible para muchas familias. Cuando una persona muere sola, sin recursos económicos o su familia no puede hacer frente al coste de la ceremonia funeraria, el Ayuntamiento se hace cargo del entierro. En este año 2014, el Ayuntamiento de Zaragoza ha pagado 63 entierros.

El número de entierros de beneficencia ha aumentado ligeramente con la crisis. En los últimos cinco años ha habido cerca de 300. En 2013, en los diez primeros meses del año, el Ayuntamiento pagó 44 entierros. En todo 2012 fueron 56 y en 2011, 60.

La ordenanza municipal de cementerios establece que el Ayuntamiento se encarga de "los enterramientos de personas sin recursos económicos y/o sociales suficientes, tras una valoración de los servicios sociales". El Ayuntamiento presta este servicio para cualquier persona que muera en la ciudad, sean residentes habituales o no. Se han beneficiado ancianos con pocos recursos, personas solas, transeúntes...

En estos casos, las empresas de servicios funerarios se encargan del traslado del cadáver al cementerio. Los familiares o conocidos (o un trabajador social, si es una persona sola) eligen si prefieren inhumación o incineración. El Ayuntamiento paga el nicho durante cinco años y transcurrido este tiempo, los restos se trasladan a la fosa común.