Los barcos cierran hoy una campaña en la que solo han hecho la mitad del recorrido

El escaso calado de un punto junto al puente de Piedra ha impedido llegar hasta Vadorrey .
Pese a ello, han tenido 12.500 usuarios, un 10% más que el año pasado

Julio Jiménez, patrón del barco, y Juani Sánchez, su ayudante.
Los barcos cierran hoy una campaña en la que solo han hecho la mitad del recorrido
José miguel marco

La temporada de navegación fluvial llega hoy a su fin con satisfacción para la empresa... a medias. Por un lado, la concesionaria de este servicio se muestra contenta porque, según los datos que aporta, han tenido unos 12.500 viajeros. La cifra es buena con respecto al año anterior (en torno a un 10% superior), pero se queda lejos de las previsiones iniciales de la empresa, que hablaban de 20.000 viajeros surcando el Ebro en el Félix de Azara II. Además, ha habido tres contratiempos importantes: el mal tiempo del mes de julio, los problemas con las algas del fin de semana del Pilar y la imposibilidad que han tenido toda la campaña de hacer los recorridos hasta el embarcadero de Vadorrey. 


La temporada empezó con cifras muy flojas debido al mal tiempo. El nuevo modelo de barco, estrenado el año pasado, tiene la ventaja de que el calado es mucho menor que el de los Ebrobuses, pero el toldo que lo cubre hace el ‘efecto vela de barco’ cuando hay mucho viento. Así, 12 de los 45 primeros días no hubo actividad, lo que supuso un mazazo para la empresa y para sus previsiones de usuarios, que fueron muy inferiores a los del año pasado por esas fechas.


La temporada remontó en agosto, cuando las cifras fueron sensiblemente mejores a las de 2013. Y eso que los barcos no han podido hacer durante toda la temporada la mitad del trayecto previsto y recogido en el contrato firmado con el Ayuntamiento. En teoría, la concesionaria debería poder hacer el viaje desde el embarcadero de Vadorrey hasta el de la Expo. Sin embargo, sus únicos recorridos han sido el Náutico-Expo y el Expo-Náutico.


El motivo ha sido la imposibilidad de pasar por un punto del canal de navegación situado pocos metros aguas abajo del puente de Piedra. Según apunta Julio Jiménez, patrón del barco, "el técnico que se encargó del dragado no tenía ni idea de ríos, le dijimos dónde había que dragar y no nos hizo caso". "Metieron la pata con el primer dragado, tuvieron que volver y se lo volvieron a dejar sin limpiar", insiste. Son solo alrededor de dos metros cuadrados en los que tanto las lanchas de bomberos como la zalúa que ha recuperado Pablo Polo, de escasísimo calado, han tocado con el fondo del río.


Pese a ello, la empresa concesionaria, que también gestiona el Acuario Fluvial y el Parque de Atracciones, está satisfecha por el resultado de la temporada. "La gente se ha quedado contenta, todos dicen que es un paseo muy agradable y algunos, de Zaragoza, hasta repiten", cuenta Julio Jiménez, el patrón del barco que ha llevado a los 12.500 clientes. Los barcos harán hoy por última vez los recorridos desde el Náutico hasta la Expo. Los tiques valen seis euros, tres para los menores de 13 años y los mayores de 65.