Belloch quiere congelar impuestos y tasas, pero no los bajará pese a que el IPC ha caído un 0,5%

El gobierno municipal defiende que se mantenga la presión fiscal para  no perder ingresos.
El PP pide un pacto para reducir el IBI y la plusvalía, mientras CHA propone que no haya subidas e IU, mayor progresividad

El Ayuntamiento de Zaragoza abrió el curso político ayer con el debate fiscal sobre la mesa. El gobierno que dirige el socialista Juan Alberto Belloch ya tiene claro que no va a respetar el Índice de Precios al Consumo del mes de agosto, referencia tradicional en el Consistorio para fijar los cambios en los impuestos y tasas, dado que eso significaría reducir los ingresos un 0,5%. Según confirmó el vicealcalde y concejal de Hacienda, Fernando Gimeno, su intención es que los tributos en 2015 se limiten a no subir para mantener la recaudación.


El PSOE empezará a fijar posiciones a partir de mañana, cuando se celebrará el primer gobierno municipal del curso político. Gimeno dejó claro que reducir los impuestos y tasas un 0,5% "no tiene sentido", dado que eso supondría disminuir la recaudación en un contexto "en el que los costes no van a bajar". En este sentido, dudó de que a final de año se mantenga el escenario de deflación actual, que achacó a cuestiones coyunturales como la bajada de los precios de la gasolina.Tres millones menos del Estado

Además, recordó Gimeno, el Ayuntamiento de Zaragoza ya ha recibido la notificación por parte del Gobierno central de que este año "habrá tres millones menos de transferencias" del Estado. Esta situación deja "poco margen para los presupuestos municipales", que según explicó solo podrán ascender en cuatro o cinco millones de euros. 


En cualquier caso, se mostró dispuesto a hablar con el resto de los grupos para llegar a un acuerdo respecto a los impuestos y tasas. No obstante, en el caso de que no hubiera pacto, eso significaría que las ordenanzas fiscales no tendrían modificaciones y que la presión fiscal se mantendría igual que en 2014, escenario que no descarta el gobierno local pero sin precedentes en la historia reciente del Ayuntamiento.


Mientras, el resto de los grupos perfilan sus posiciones. El PP, que compareció para analizar el inicio del curso político, adelantó su disposición a llegar a acuerdos, especialmente porque "las tensiones en el tripartito hacen que las cosas sean complicadas, con Belloch maniatado por CHA e IU".


Su portavoz, Eloy Suárez, defendió la necesidad de bajar el IBI y la plusvalía, lo que por ahora impide cualquier acuerdo con los socialistas.En parecidos términos habló de los presupuestos. "Estamos dispuestos a negociar para que las ordenanzas y las partidas presupuestarias vayan encaminadas a generar actividad económica. Pero no nos van a encontrar en el mercadeo de las subvenciones", dijo el líder de la oposición.La posición de los socios

La posición de CHA e IU, los grupos que hasta ahora han respaldado la política del PSOE, es diferente. Para los nacionalistas, el escenario pasa por el acuerdo. En materia fiscal, defendieron la congelación de impuestos y tasas, así como de los precios del autobús urbano. Su portavoz, Juan Martín, no apoyó una disminución del 0,5% en consonancia con el IPC de agosto, aunque sí planteó la necesidad de aplicar rebajas en algunos tributos por la vía de la bonificación. Y anunció que su grupo hará "todo lo posible" por pactar los presupuestos. 


IU exigió que se cumplan los acuerdos en materia fiscal alcanzados el año pasado, como los vinculados al pago de la tasa por parte de los comercios con recogida propia, la exención de la plusvalía a los desahuciados o las contribuciones especiales a centros comerciales, por ejemplo por regulación de tráfico. "Tienen que cumplir los acuerdos. Si no, no habrá conversaciones", dijo su portavoz, José Manuel Alonso. El edil rechazó una congelación generalizada y apostó por acentuar la progresividad fiscal, aunque la recaudación sea la misma.