Pradilla celebra su tradicional piraguada y Caspe se da un baño festivo de espuma

Cientos de vecinos de ambos municipios disfrutaron ayer de dos ‘clásicos’ del calendario veraniego zaragozano

Empujados por el cierzo en la Ribera Alta del Ebro... Más de doscientos piragüistas participaron en la novena edición del descenso popular del Ebro entre Gallur y Pradilla. La fiesta siguió con una comida popular.
Pradilla celebra su tradicional piraguada y Caspe se da un baño festivo de espuma
Noelia Barceló

Ni el cierzo ni unas temperaturas algo impropias del mes de julio evitaron que numerosos vecinos de la Ribera Alta del Ebro y de Caspe disfrutaran ayer de dos ‘clásicos’ del calendario veraniego zaragozano: la piraguada de Pradilla y las fiestas en honor a San Cristóbal, en la capital de la comarca del Bajo Aragón-Caspe.


Cerca de doscientas personas participaron en el descenso del tramo del Ebro entre el puente de hierro de Gallur y el embarcadero entre Pradilla y Boquiñeni. Fue el acto central de la novena edición de la Piraguada Popular del Ebro aragonés, organizada por el Ayuntamiento de Pradilla y EbroNautas. Se elige este tramo del río  porque es muy adecuado para la práctica del piragüismo cuando el descenso del caudal lo hace posible. Aunque, en esta ocasión, fue necesario aplazar la actividad y esperar una semana para que el caudal del Ebro descendiera después de las lluvias.


Con 80 metros cúbicos por segundo y unas aguas todavía teñidas por el barro, el fuerte cierzo se convirtió esta vez en aliado de los piragüistas. Así lo afirmaba tras la prueba la ejeana Raquel Espés, que participó en el descenso por primera vez acompaña de otros dos amigos y que llegó «cansada pero muy contenta y dispuesta a repetir».


Además de ribereños y cincovilleses, a la fiesta acudieron numerosos piragüistas de diversa procedencia.Entre ellos, zaragozanos, barceloneses y tarraconenses... Tras el descenso, todos juntos continuaron disfrutando de la jornada con una comida popular.


Aunque sin embarcaciones, en la otra punta de la provincia también disfrutaron de su correspondiente baño los vecinos de Caspe. Un año más y a pesar de que el cierzo enfriaba un tanto el ambiente, fueron muchos los niños caspolinos que participaron en el primer baño de espuma de la temporada veraniega, el que tradicionalmente organiza la Peña San Cristóbal,  con motivo de las fiestas en honor a su patrón.


Las fiestas de San Cristóbal 2104 se iniciaban en la madrugada del viernes con el pregón, a cargo de Jesús Cirac, técnico de juventud del Ayuntamiento de Caspe, posteriormente tuvo lugar la imposición de bandas a Cristina González, reina de las fiestas de 2014, y a sus damas de honor. Concursos y juegos protagonizaron la mañana del sábado.