Un agresor sexual al que una joven repelióa taconazos, juzgado por atacar a otra mujer

Fue condenado a 11 años de cárcel en 2013 y ahora le piden otros 7 por otra violación frustrada

La Audiencia Provincial de Zaragoza condenó hace ahora justo un año a Khalifa Beye por asaltar a una joven de 19 años en el portal de su casa, donde la amenazó con un cuchillo e intentó agredirla sexualmente. Sin embargo, el hombre no consiguió su propósito, ya que la chica le plantó cara y, cuando estaba ya en el suelo, se quitó un zapato y empezó a golpearle con el tacón. Gracias a ello, la víctima logró zafarse de este y pedir auxilio.


Aquella misma noche, el agresor había intentado asaltar a otra mujer, a la que solo logró arrebatar la mochila. De ahí que se le condenara entonces a once años de cárcel por una violación frustrada y dos robos con violencia e intimidación. Y, de hecho, Khalifa Beye ya está cumpliendo la pena en Zuera.


Sin embargo, el inmigrante arrastraba otra denuncia por unos hechos similares a los anteriores ocurridos antes de ser privado de libertad. En concreto, por otra agresión sexual ocurrida el 20 de septiembre de 2012 en una zona ajardinada situada entre la avenida de la Ciudad de Soria y el parque de la Aljafería. El juicio se celebró ayer a puerta cerrada y tanto la Fiscalía como la acusación particular pidieron para él otros siete años de prisión.


La defensa, a cargo de la letrada Carmen Sánchez, solicitó la absolución. Sobre todo, apoyándose en el testimonio de su cliente, que declaró ante el tribunal que aquel día se encontraba trabajando en Jaén. La letrada planteó además la nulidad de la rueda de reconocimiento en la que la víctima identificó, por la voz, a su presunto agresor.


Según el relato de hechos del Ministerio Público, la agresión se produjo durante la madrugada, cuando la víctima caminaba sola, circunstancia que aprovecharon el acusado y un segundo hombre –que no ha sido localizado– para abalanzarse sobre ella por sorpresa. Según la propia víctima, Khalifa Beye se puso delante de ella, mientras que el otro asaltante la cogía por detrás.


Asegura el ministerio público que ambos actuaron de mutuo acuerdo, con la clara intención de inmovilizar a la mujer para satisfacer sus deseos sexuales. Lograron bajarle la falda y romperle la ropa interior, pero, ante los ruegos de la víctima, el hombre que no pudo ser detenido la soltó. La denunciante siguió forcejeando con Khalifa Beye, al que propinó un golpe en el estómago que le permitió zafarse finalmente de él.