La última tienda del Pasaje Palafox echa el cierre

Guante Varadé cambia de ubicación (Valcarreres, 2) tras 56 años en el pasaje Palafox.

Guantes Varadé
La última tienda del Pasaje Palafox echa el cierre

Guante Varadé, la última tienda del pasaje Palafox de Zaragoza echa el cierre, tras dos años en solitario, en una de las galerías comerciales de la capital aragonesa con más solera desde su construción, a mediados de los años 50, a cargo de la emrpesa Zaragoza Urbana.


El establecimiento cambia de ubicación, ahora en la calle Doctor Valcarreres, 2, en donde sigue al frente Conchita Panivino para atender a clientes de toda la vida y también a los nuevos que pasan por la tienda recién inaugurada.


Desde que Fajas la Peña se trasladó del pasaje Palafox a la calle Bilbao, Guante Varadé era el único comercio que resistía en este emblemático espacio del centro de la ciudad. 


El motivo del nuevo emplazamiento se debe a que "van a reformar el pasaje y no podíamos seguir con la incertidumbre de que nos dijeran 'al mes que viene os teneís que marchar'" -explica Conchita Panivino-. "Al encontrar este local, pensamos que era factible el cambio".


Algunos clientes todavía están desorientados y acuden al local del pasaje, donde se indica en un cartel pegado al esparate la nueva dirección. "Viene mucha gente nueva; antes solo acudían los que nos conocían de toda la vida. En la tienda se encuentra el género que ha distinguido siempre a este establecimiento con sede en Madrid: guantes y medias, aunque "también tenemos ropa interior y de baño", señala Conchita Panivino.


Otra de las señas de identidad de la antigua tienda de Guante Varadé son sus muebles hechos a medida y la decoración, salidos del taller del artesano zaragozano Simón Loscertales. "Se pusieron a la venta pero no hubo comprador. De momento siguen allí", explica.


Hace años que los pasajes comerciales viven una época de abandono en la capital aragonesa. No era así en el pasado, cuando estas nuevas galerías comerciales, al estilo de las principales capitales europeas, estaban abarrotadas de comercios, de gente entrando y saliendo. El día de la inauguración del Cine Rex, el 12 de mayo de 1954, se publicaba en HERALDO una página en la que se hablaba así del nuevo pasaje:


"... Esta calle nueva y cubierta, que incorporará a nuestra Ciudad al grupo de las principales capitales del mundo, donde esta clase de calles cumplen, no sólo un cometido estético en su urbanización, sino, lo que es más importante, centralizan el comercio en un punto cómodo para los compradores, en una época, caracterizada por la necesidad de abreviar las clásicas búsquedas de comercio en comercio y resolver muchas más cosas en la misma unidad de tiempo. Además de estas ventajas

de tipo general, este Pasaje reúne las de su situación y trazado verdaderamente magnífico, ya que su anchura y visibilidad, tránsito de peatones, etc, han sido proyectadas y se están llevando a cabo, con amplitud tal. que esta Avenida, nombre que no es exagerado aplicar a la nueva vía publica, presentará más comodidad al viandante que la propia calle de Requeté Aragonés por ejemplo y otras muchas que con no ser más anchas, tienen sin embargo sus aceras, calzadas, circulación

de vehículos, estacionamiento, etc ".