Si el tiempo no lo impide... la campaña de la almendra promete ser "excelente"

Tras una nefasta cosecha en el 2013, Aragón podría recolectar este año entre 9.000 y 10.000 toneladas, aunque todavía existe ‘riesgo climatológico’ hasta finales de abril.

Almendros cerca de Calatayud
Si el tiempo no lo impide... la campaña de la almendra promete ser "excelente"

Los almendros en flor constituyen una de las estampas más evidentes de la llegada de la primavera. Es la estación floral por excelencia y su desarrollo a partir del equinoccio es crucial para la prosperidad de la cosecha de la almendra. El año pasado se registró una de las recolectas más bajas de la última década con un descenso cercano al 40% con respecto al año anterior. Las heladas de mayo y los problemas de polinización como consecuencia de las continuas y abundantes lluvias en el momento de la floración así como el agotamiento de las plantaciones dieron como resultado una “nefasta” recogida. Casi el 90% de ella se quedó sin recoger y solo algunas zonas de la Ribera del Ebro y las Cinco Villas salvaron la campaña en Aragón.


Pese a que hasta finales del mes de abril existe “riesgo climatológico” y todavía no se pueden hacer previsiones a ciencia cierta, los agricultores aragoneses que se dedican al sector de la almendra miran con optimismo la nueva campaña y coinciden al señalar que la floración de este año ha sido “buena”. Por eso, si el tiempo se porta bien, la de este año podría convertirse en una de las mejores cosechas de los últimos años.


“Este año las variedades tempranas se han retrasado un poco y las más tardías se han adelantado, por lo que el proceso de floración ha sido muy homogéneo”, explica José María Alcácera, responsable de ASAJA en la Mesa Nacional de Frutos Secos. “De momento las previsiones para este año son buenas o muy buenas, aunque para la semana que viene han dado frío y hasta que no pase San Jorge sin heladas, no respiraremos tranquilos”, añade Alcácera, quien asegura que en Huesca y Teruel el riesgo es mayor hasta finales de abril. “El año pasado, a pesar de no helar, a estas alturas ya podíamos augurar que la cosecha sería mala”, recuerda. Las estimaciones apuntan a una cosecha que este año podría oscilar entre las 9.000 y las 10.000 toneladas en Aragón.


La suaves temperaturas invernales, sin heladas y el estado de descanso en el que los árboles han iniciado la floración hacen prever a los agricultores una “excelente” campaña, aunque ninguno se atreve a decirlo demasiado alto a expensas de lo que puede pasar durante las próximas semanas. “En una noche se puede fastidiar todo. Para la semana que viene hay previsión de que la temperatura llegue a bajar de cero y da miedo”, asegura Jesús Guillén, un joven agricultor de Herrera de los Navarros. “Ahora lo fundamental sería que no lloviese tampoco para favorecer la polinización”, añade Guillén quien considera que se debería apoyar con mayores ayudas al almendro y, en general, a todo el sector del fruto seco.

Los precios se mantendrán altos

La recolecta no llegará hasta septiembre. Sin embargo, desde ASAJA consideran que el precio será elevado, reflejo de la nefasta campaña precedente. Ahora se sitúan entre los 6 euros de la variedad común y los 8 de la ‘marcona’, pasando por los 7 de la ‘marqueta’. “Hace tiempo que no se vendían a este precio y el mercado internacional también está bien. Aunque podemos pensar que si este año hay mucha cosecha, el precio descenderá algo”, explica Alcácera.


Hasta hace un tiempo, España se situaba a la cabeza en producción mundial de almendra por detrás de EEUU. Ahora comparte segunda posición junto a Australia donde el sector ha proliferado en los últimos años de manera muy rápida y competitiva. Generalmente, son los cultivos extensivos californianos los que dominan el mercado y los precios. Pero este año, una gran sequía ha afectado a la campaña que será prácticamente nula. “Lo cual, beneficiará a la venta española en el exterior”, matizan desde ASAJA.


El sector solicita una reconversión

En general, el envejecimiento de las plantaciones es uno de los mayores problemas que sufre el sector de frutos secos en España y, particularmente, en Aragón. El 80% de los almendros supera los 30 años, límite de edad productiva -a partir de los 30 años un almendro tiene muy limitado su nivel de producción-. Así, durante estos meses, la Mesa Nacional de Frutos Secos, el Ministerio de Agricultura y los servicios técnicos de las comunidades autónomas están trabajando en un plan de reconversión y modernización de las explotaciones para dinamizar el sector.


El plan podría entrar en funcionamiento al año que viene y augura una partida presupuestaria de 24 millones de euros para toda España, a invertir en 5 años. Se prevé la reconversión de 20.000 hectáreas y un 15% (entre 3.000 y 4.000) corresponderían a Aragón. El objetivo es reconvertir las viejas plantaciones con un catálogo de variedades todavía por determinar y, de algún modo, dar prioridad a los jóvenes agricultores. “Existen muchas plantaciones medio abandonadas que han dejado de ser productivas que son una excelente oportunidad para los jóvenes que se quieren iniciar en este sector”, concluye Alcácera.