'Emprender', segunda vida

Un 41% de los aragoneses que apuestan por ser su propio jefe tienen entre 35 y 44 años.

Peluquería 'Negro y Plata' cuya propietaria se convirtió en emprendedora pasados los 35 años
Salón de peluquería Negro y Plata

Susana Guajardo dejó su anterior trabajo en una conocida cadena de peluquerías de Zaragoza para vivir su sueño: regentar su propio salón y ser su propia jefa, algo que tenía en mente desde que se inició en ese mundo con 19 años. Sus circunstancias familiares supusieron un impulso para ella, ya que su horario le impedía poder ver a sus tres hijos, algo que consideraba preferencial.


El término emprendedores se asocia al joven que se inicia en el mundo laboral montando su propia empresa. Es una apuesta arriesgada, que exige ilusión, ganas y expectativas. Sin embargo, cada vez son más las personas experimentadas y con trabajado consagrado las que se convierten en emprendedores. Los datos recogidos por 'Aragón Invierte' demuestran que en 2012 en Aragón, un 41'3 % de los que decidieron montar un negocio propio tienen una edad comprendida entre los 35 y los 44 años.


Según expertos en Recursos Humanos, el hecho de emprender a esa edad suele ir relacionado con "la necesidad de conciliación entre vida laboral y vida familiar". Además, citan la Pirámide de Maslow para explicar otro motivo: "Estos emprendedores ya tienen cubierta la seguridad, la afiliación y en muchos casos el reconocimiento, por lo que buscan la autorrealización personal con mayor ahínco".


Actualmente, Susana Guajardo pertenece a ese 42,9% de mujeres emprendedoras en Aragón que recoge 'Aragón Invierte', y es que, con 39 años, es la dueña de 'Negro y Plata', un negocio con un equipo que ella misma ha seleccionado, algo que considera muy importante: "Nadie te impone con quién debes trabajar. En mi caso Lorena y Aída (sus dos empleadas) entraron porque a mí me convencieron". Ella misma explica cómo ha cambiado desde que es jefa: "Lo ves todo de otra manera, tienes gente a tu cargo y debes preocuparte de que estén bien y de que tu negocio salga adelante, pero ya has visto cómo querrías ser, según lo que has vivido". Sobre la diferencia con un joven emprendedor es clara: "Profesionalmente eres más madura y económicamente más viable a la hora de empezar". Aún así, deja muy claro que "no es fácil".


La inversión inicial también es potente, pero cuentan con una ventaja respecto a los jóvenes, el grado de veteranía que han adquirido de su paso previo en el trabajo, ya que muchos se han dedicado antes al sector en el que emprenden, aunque no como sus propios jefes.


Los especialistas en Recursos Humanos explican que "el conocimiento del sector, o lo que se denomina como 'know how', también suele impulsar a las personas con trabajo consagrado a emprender. Les proporciona una cartera de clientes y contactos". Esto es lo que motivó a Juan Castro, Roberto Franco y Antonio Puyuelo de 39, 36 y 30 años respectivamente, a arriesgarse a montar la inmobiliaria ' másquehogares.com ' en los tiempos que corren: "Tanto mis socios como yo habíamos trabajado en esto, lo conocíamos".


La idea de emprender es también una vía para salir de la crisis y Juan habla claro: "Los salarios actuales son una porquería, si puedes arriesgarte debes hacerlo". Él ya había sido emprendedor: "Monté algo cuando era más joven y por suerte salió bien, pero pecas de inconsciente, crees que eres más valiente pero no. Ahora he estudiado más las cosas" 'masquehogares.com' lleva menos de un año funcionando también en soporte digital "porque cualquier negocio que mire al futuro debe ir ligado a internet".


Otro ejemplo es el de Rosa Lahoz y Ángel Simarro que actualmente regentan la floristeria 'Luna d'Herreiz', que lleva funcionando cerca de un año. Esta pareja de 38 años ya había probado la amarga experiencia de un negocio que no sale adelante, sin embargo, no se rindieron y en su segunda aventura emprendedora están felices: "La vida son experiencias, y ahora estamos más maduros, lo consideramos un proyecto a largo plazo y ya estamos asentados". Para esta pareja las circunstancias de la vida les llevaron a tener una mentalidad emprendedora: "Tenía un trabajo en el que no podía estar con mi mujer y me levantaba siempre de madrugada para ir a trabajar. Quería pasar más tiempo con ella".