La margen izquierda de Zaragoza, preocupada por la peatonalización de Don Jaime

Desde el Arrabal y el Picarral temen que los trayectos de autobús se alarguen demasiado.

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El Ayuntamiento de Zaragoza anunció este viernes que la calle de Don Jaime I se convertirá en peatonal este verano. La noticia no ha cogido por sorpresa pero sí el hecho de que se haga sin haber consensuado antes una alternativa para la movilidad del Casco Histórico de la ciudad.


En el Arrabal y el Picarral la preocupación ha sido la primera reacción. El cierre al transporte urbano de Don Jaime I implica decir adiós a su vía más directa de acceso al centro. Uno de los deseos para el nuevo año de la asociación de vecinos Tío Jorge era evitar la peatonalización de esta calle. Ahora que ven que no tienen oportunidades, protestan por "las vueltas innecesarias" que tendrán que dar los autobuses y reciben con ironía la intención manifestada por el Ayuntamiento de reunirse con los afectados. "Es curioso que primero se anuncie que se va a hacer y después se hable con los vecinos", expone Rafael Tejedor, presidente de la asociación del Arrabal.


Telecabina o autobuses voladores

Desde el Picarral, denuncian que desviar el tráfico por San Vicente de Paúl o la calle Asalto supondría alargar, como mínimo, quince minutos los trayectos "sin tener en cuenta que estas vías se congestionarán más".


Juan José Jordá, presidente de la agrupación vecinal del barrio, expone que esos minutos son "demasiados" para la gente que va y viene al mediodía al trabajo para comer en casa. "Ya quedamos excluidos del tranvía y se necesita un plan de movilidad global antes de anunciar medidas sueltas", expone Jordá antes de añadir en tono jocoso: "Igual nos proponen traer el telecabina aquí o implantar helicópteros o autobuses con alas para llegar al centro".


Voces a favor

Los vecinos del Casco Histórico defienden la peatonalización de Don Jaime pero se muestran comprensivos con las preocupaciones de los barrios de la margen izquierda y reclaman junto a ellos un plan de movilidad definitivo. "Hay que pensar de una vez qué modelo de Casco queremos, si va a haber segunda línea del tranvía o no y dejar de tomar medidas aisladas. Decidir ya el modelo de ciudad y reordenar todo el transporte público en vez de cambiarlo cada dos por tres", defendía este jueves Javier Rodríguez, miembro de la junta de la asociación Lanuza-Casco Histórico. Desde su agrupación, persiguen que el centro de la ciudad se convierta en "una isla pacificada, de tráfico solo para residentes y servicio público" pero buscan una propuesta que no perjudique al Picarral ni al Arrabal y no "desvestir un santo para vestir otro".


David Arribas, presidente de la asociación de vecinos de la Magdalena celebra la noticia ya que considera que los centros de los barrios deberían ser peatonales. Rechaza, sin embargo, que los autobuses que ahora pasan por Don Jaime se desvíen por San Vicente de Paúl. "La solución es la calle Asalto que es más amplia, Aunque los buses den un poco más de vuelta". En su barrio apuestan por fomentar los transbordos y las buenas combinaciones: "Entendemos que los autobuses que vienen de Peñaflor, por ejemplo, no tienen por qué cruzar el centro y acabar en el Corte Inglés".


En definitiva, los barrios afectados reclaman un proyecto que aborde por completo la movilidad al centro de la ciudad antes de emprender acciones aisladas. Como bien exponen desde el Arrabal, "dejar de poner parches y hablar a medio y largo plazo, pensando también en la futura línea del tranvía".