Investigación en Borja

Libertad sin fianza para el párroco de Borja

El párroco ha salido este miércoles por la noche de la cárcel de Zuera tras la declaración prestada por el obispo de la Diócesis, Eusebio Hernández.

Florencio Garcés, junto a su abogado, Enrique Trebolle
La juez intenta averiguar si el párroco de Borja oculta en algún sitio 150.000 euros

El párroco de Borja, Florencio Garcés, ha salido este miércoles por la noche, a las 22.10, del centro penitenciario de la localidad zaragozana de Zuera, donde estaba en prisión provisional sin fianza.


En el momento de salir de la prisión, el párroco ha destacado que "sale con la verdad y que lo importante es saber la verdad", ha explicado uno de sus abogados, Enrique Trebolle, que, junto al otro letrado, Antonio Val-Carreres, aguardaban a la salida al párroco.


La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona, Nieves Pérez, ha decretado este miércoles la libertad, sin fianza, del párroco de Borja, Florencio Garcés, el mismo día en que ha prestado declaración como testigo el obispo de la Diócesis, Eusebio Hernández.


El sacerdote ingresó en la cárcel zaragozana de Zuera, de manera provisional, el pasado día 4 de diciembre, a petición de la Fiscalía y tras ser imputado por la juez de un delito de apropiación indebida "continuada y agravada" de más de 185.000 euros y otro contra la libertad sexual.


Ahora, la juez ha dictado un auto, también a petición de la Fiscalía, según han informado este miércoles fuentes jurídicas, por el que deja libre al cura con cargos.


El párroco mantendrá, no obstante, la obligación de personarse en el juzgado una vez a la semana, es decir, continúa en las mismas condiciones que tenía el pasado día 1 de diciembre, tras declarar ante la juez, según ha informado el abogado que defiende al sacerdote, Enrique Trebolle.


La puesta en libertad del sacerdote se produce el mismo día en que ha declarado, durante casi tres horas, ante la juez el obispo de la Diócesis de Tarazona, Eusebio Hernández, además de otros miembros del obispado, entre ellos el vicario general de la Diócesis, Esteban Aranaz, y un sacerdote de Ainzón, un pueblo de Zaragoza.


Aunque las fuentes jurídicas no han precisado si la puesta en libertad del sacerdote tiene que ver con la declaración del obispo, el abogado de la defensa ha explicado que el prelado testificó ante la juez que la iglesia no se consideraba perjudicada, que no era su deseo interponer ningún tipo de denuncia y que disponían de su propio mecanismo de sanción.


Trebolle supone que "habrá pesado esto" en la decisión de la juez, por la que se muestra "conforme", si bien sigue pensando que no debía de haber ni siquiera ingresado en la cárcel.


En total, se investiga el paradero de más de 185.000 euros, que estaban en una veintena de cuentas de la parroquia de Borja.


La defensa del sacerdote había recurrido este martes ante la Audiencia de Zaragoza el auto de ingreso en prisión provisional del sacerdote.


El abogado entendía que "no habían variado las circunstancias" en torno a este asunto desde el pasado día 1 de diciembre, cuando declaró el cura ante la juez, tras ser detenido por la Guardia Civil, y el pasado día 4, cuando se produjo un careo entre el párroco y otros cinco detenidos posteriormente y tras el cual fue decretado el ingreso en prisión.


En esta operación, que se llama Espino, habían sido detenidas en Borja por la Guardia Civil otras cinco personas, todas ellas de una misma familia, que fueron puestas en libertad con cargos tras declarar ante la juez.


A estos últimos, la juez les impuso la obligación de personarse en el Juzgado los días 1 y 15 de cada mes, aunque no les retiró el pasaporte, cosa que sí hizo con el párroco.


Estas cinco personas están acusadas de un supuesto delito de extorsión, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales.


El abogado ha dicho que, después de este auto judicial, se queda más "tranquilo", aunque ha insistido en la inocencia de su defendido.


Ha explicado que el principio acusatorio por el que decretó la juez prisión provisional fue por el de apropiación indebida, y ahora, aunque mantiene esta imputación, de momento ha dejado al sacerdote libre.


A las puertas de la cárcel de Zuera reina a expectación de los numerosos miembros de medios de comunicación que han ido a cubrir la salida del párroco de la prisión.


El cura de Borja ha estado en prisión "desde el punto de vista anímico con la conciencia tranquila" y "rodeado de gente que le está ayudando", tanto los "funcionarios" como los "presos", ha afirmado esta mañana a la entrada del juzgado su abogado.


Por su parte, Sergio Pérez, quien defiende a los otros cinco detenidos, ha explicado, también en declaraciones a los medios de comunicación, que hay un testigo "clave" que es Santiago Carbonell, quien comparecerá próximamente ante el juez y que, según ha dicho, "está mintiendo a calzón quitado".


Está convencido de que una vez que comparezca "todo se caerá". En este asunto, hay otro testigo, en este caso "protegido", que, según Pérez, también está mintiendo.