La Universidad de Zaragoza ha cerrado por primera vez sus puertas en verano. Este lunes era el primero de los días hábiles en los que entraba en vigor esta medida, encuadrada dentro del plan de racionalización de la UZ, que pretende ahorrar 30 millones de euros en 3 años.

Así, hasta el 18 de agosto las facultades, registros, oficinas, laboratorios y secretarías de la Universidad estarán inoperativas, una medida que ha pillado por sorpresa a algunos estudiantes que se pasaban por el campus de San Francisco documentación en mano para cerrar algunos trámites.

David, estudiante de Historia, acudía al campus para informarse sobre la convalidación de algunas asignaturas. "No tenía ni idea", comentaba el estudiante, que explica que estas fechas solían ser las propicias para entregar documentos y cerrar algunos asuntos que durante el curso "se van dejando de lado".

De igual manera les ha pasado a dos estudiantes de Filología Inglesa que se encaminaban hacia su facultad para hacerse el carnet de estudiante.

En el céntrico campus sin embargo sigue habiendo actividad. La Universidad ha aprovechado este parón para acondicionar los jardines y acometer algunos arreglos sobre las fachadas de las facultades más antiguas.

Un periodo vacacional inaugurado este año pese a la reticencia del rector, Manuel López, que reconoció hace unos días "que le había costado mucho tomar esta decisión".