Los bomberos de Zaragoza han realizado este sábado cerca de 200 servicios por los efectos del viento, que han generado en las centralitas de los cuerpos de Extinción de Incendios y de Policía Local alrededor de mil llamadas de la ciudadanía.

Pasadas las 20.00 horas los bomberos habían realizado 110 servicios y tenían pendientes de atender entre 50 y 60, han informado fuentes del Cuerpo.

La actividad comenzó de madrugada con sendos incendios de matorrales en el barrio de Miralbueno primero y en el de Santa Isabel después, donde también tuvieron que solicitar la intervención de la ambulancia para evacuar a una adolescente por inhalación de humo.

El fuerte viento que empezó a soplar durante la noche y que ha llegado a alcanzar rachas de hasta 100 kilómetros a la hora ha mantenido desbordados a los efectivos a lo largo de todo el día, con momentos en los que se han visto bloqueadas las centralitas.

La mayor parte de las llamadas han sido por la caída de árboles, entre 8 y 10 a lo largo del día, algunos de ellos sobre los vehículos estacionados, como ha ocurrido en la calle Condes de Aragón, de carteles, tejas, lucernarios o celosías, o por riesgo de que se desprendieran sobre la vía pública.

El Plan Municipal de Protección Civil por fuertes vientos se mantiene operativo y permanecen cerrados los parques de la capital aragonesa, ya que son zonas con profuso arbolado y con riesgo de caída de ramas y árboles.

Por esta razón se ha desconvocado la III Carrera Popular Parque José Antonio Labordeta que, organizada por la Federación Aragonesa de Atletismo, iba a celebrarse mañana, domingo, 24 de febrero, informa el Ayuntamiento de Zaragoza en una nota de prensa.

Las fuertes rachas de viento, que han superado las previsiones y que durante esta mañana están alcanzando los 100 kilómetros hora, hacen recomendable suspender todas las actividades en la vía pública.

Desde primera hora de la mañana, los equipos de Bomberos y de Policía de Zaragoza están intensificando sus esfuerzos para atender todas las demandas, relacionadas con la caída de elementos de los inmuebles, de las fachadas, del mobiliario urbano y del arbolado de las calles, así como por el desplazamiento de contenedores que invade las calzadas.

Algunas de las intervenciones por caída de árboles se han realizado en Condes de Aragón, en el parque Delicias y en las calles Balbino Orensanz y San Juan de la Peña.

También se han multiplicado las salidas por caída de tejas y por la existencia de persianas arrancadas y tapias desmoronadas, como en la calle Santa María Reina.

En la avenida de Navarra, cerca de la estación intermodal, se ha anulado un semáforo sobre el que ha caído un árbol.

También se ha actuado en Miralbueno, con tapias desplomadas, y en La Cartuja donde las chapas sueltas de una nave amenazan con deteriorar una línea eléctrica.

A los efectos del viento se han sumado además otras intervenciones como el aviso de un incendio en un piso, que al final solo era el humo que generaba la mala combustión de las calderas, o la apertura de una vivienda donde se encontraba el cadáver de un hombre fallecido por causas naturales.