Homenaje a las víctimas del atentado contra un autobús de la Academia

La Iglesia de San Juan de los Panetes ha acogido este miércoles una misa en recuerdo de las víctimas del atentado que perpetró la banda terrorista ETA el 30 de enero de 1987 en la plaza contigua contra un autobús de la Academia General Militar (AGM) en el que fallecieron dos personas y otras 51 resultaron heridas. Al acto, convocado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), han asistido varias autoridades.

Uno de los asistentes ha sido el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, quien ha indicado que este año ha considerado especialmente necesario acudir por la tendencia a "olvidarnos" que se da "en la misma medida en que el problema de ETA no es un problema tan agudo, tan radical".

Belloch ha considerado "sorprendente" que en los estudios sociológicos del CIS "el terrorismo ocupa ya una posición ínfima en el conjunto de preocupaciones de los ciudadanos y eso trae además de otras consecuencias negativas el riesgo de que nos olvidemos de las víctimas".

"En la modesta medida en que de mí depende he querido estar aquí para decir 'estoy con las víctimas especialmente ahora que están menos recordadas de lo que han sido en el pasado". También han asistido el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y la vicepresidenta primera de la Mesa de las Cortes autónomas, Rosa Plantagenet-White.

Una de las víctimas, el exdelegado de AVT en Aragón, José Marco Jalle, ha explicado: "Un año más venimos a recordar a los compañeros que murieron en la Plaza de San Juan de los Panetes".

El homenaje pretende que "de alguna manera no caigan en el olvido", ha agregado Marco Jalle, quien ha señalado que "la memoria es fundamental para las víctimas del terrorismo". Con el acto de este miércoles los asistentes querían recordar no solo a los compañeros que murieron en ese atentado sino "también al resto de compañeros que han fallecido posteriormente".

El atentado tuvo lugar el 30 de enero de 1987, cuando la explosión de una furgoneta cargada con 50 kilos de goma-2 y metralla acabó con la vida del comandante militar Manuel Rivera Sánchez y el conductor, civil, Ángel Ramos Saavedra, quienes viajaban en un autobús de la Academia General Militar (AGM). Hubo además 51 heridos.