ZARAGOZA

Operación asfalto por los desvíos del tranvía

La intervención, presupuestada en 320.000 euros y financiada al 50% por el Ayuntamiento y Traza, se hará en abril.

Arzobispo Apaolaza, convertida casi en circuito de trial, es el reino de todos los baches.
Operación asfalto por los desvíos del tranvía
JOSé MIGUEL MARCO

Los baches, socavones y gravillas sueltas de media docena de calles, 'efectos colaterales' de las obras del tranvía, serán, finalmente, reparados. El Ayuntamiento, a pesar de los rigores del presupuesto, ha conseguido lanzar una operación asfalto extraordinaria para vías como Arzobispo Apaolaza y Pedro Cerbuna, en donde los desconchones y parcheos son un auténtico calvario para los conductores.


Tras sufrir los cruentos desvíos de una decena de líneas de autobús durante 16 meses, esta intervención era una obra prioritaria para Infraestructuras pero, hasta el momento, se no había encontrado la fórmula para poder acometer su coste debido al momento delicado que atraviesan las arcas municipales. Sin embargo, el Consistorio contará con la colaboración de Traza, la empresa constructora del tranvía, que financiará una obra presupuestada en 320.000 euros al 50%.


Técnicos de Infraestructuras y de la obra del tranvía han mantenido reuniones los últimos días para poner en común las necesidades urgentes de ciertos viales para comenzar a ejecutar los trabajos de asfaltado de inmediato. De hecho, se han repartido los trabajos en las calles y mientras la UTE del tranvía se hará cargo de Arzobispo Apaolaza y Baltasar Gracián (por donde ya no circula el 35), el Ayuntamiento asumirá la obra en Cortes de Aragón, Pedro Cerbuna, la calle de La Vía (en el distrito de Casablanca) y, también, en un carril de Gómez Laguna.


En este listado se encuentran algunas de las calles (Arzobispo Apaolaza o Pedro Cerbuna) que los colectivos de movilidad urbana -motoristas, ciclistas, taxistas e, incluso, conductores de autobús- habían coronado como las más perjudicadas, si bien subrayan que hay otras que son 'grandes olvidadas' como la avenida de Navarra o la de Cataluña.

 

Un trabajo expeditivo

Como es habitual, los trabajos tratarán de efectuarse con las mínimas afecciones posibles, si bien, fuentes de Urbanismo reconocen que algunas calles están tan mal, que los trabajos irán más allá del fresado al uso, y requerirán prácticamente «labores de excavación». Estas serían más profundas que la intervención en la capa de rodadura que solo afecta a los últimos centímetros de asfalto que están en contacto directo con las ruedas de los vehículos.


En este tipo de operaciones, se realiza en primer lugar el fresado o eliminación de la zona que ha sufrido el deterioro por el uso, y después se extiende la nueva capa de rodadura o asfalto, que deja uniforme y sin quiebras las calzadas. En la discreta operación asfalto que se realizó en verano -apenas alcanzó 15 calles, una por barrio-, ya se practicaron técnicas novedosas como el uso de una mezcla especial para la capa de rodadura que mitiga los ruidos provocados por la circulación de los vehículos. Más recientemente, el pasado noviembre, también se actuó de forma extraordinaria (esta vez con 420.000 euros) en diez vías del entorno del paseo de Pamplona y María Agustín.


Aunque no hay fecha exacta para comenzar los nuevos trabajos, la intención es que a finales de abril las calles ya luzcan su nuevo firme. Los vecinos y comerciantes del distrito Universidad consideran «razonable» que se haya esperado hasta la conclusión de las obras del tranvía, si bien, comentan que los perjuicios no se limitan solo a las calzadas que parecen a un tris de hundirse, sino -también- incluyen el humo de los motores que ha ensuciado las fachadas y los ruidos a los que se han visto expuestos.


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