COMARCA DE CALATAYUD

Rechazan construir en el solar de la casa azul de Calatayud

En una tensa asamblea, la mayoría de propietarios descartan pagar la derrama para iniciar las obras. El edificio fue derribado en 2004.

La comunidad de propietarios de la casa azul de Calatayud no construirá un nuevo edificio en ese solar, al menos por ahora. Ayer se celebró una asamblea para tomar varios acuerdos, el primero, que cada propietario aportara la derrama por el valor de su propiedad para iniciar las obras. Por mayoría (el 51 % de los comuneros se opuso), este asunto no salió adelante, por lo que ya no se trataron los siguientes. La reunión duró tres horas y fue muy tensa por el enfrentamiento entre asistentes.


En noviembre de 2010 decidieron construir un nuevo edificio sobre el solar de la calle de Justo Navarro donde estaba la casa azul, que fue demolida en 2004 por los daños irreparables que causó una sima el año anterior. En aquella reunión, con el voto a favor del 54%, se acordó levantar el mismo inmueble.


La construcción se retomó al estar la caja de ahorros CAI dispuesta a facilitar el crédito a los propietarios que lo necesitaran, ajustándolo a las circunstancias económicas y con distintas condiciones de pago en cada caso. Según explicaron desde la junta rectora de la comunidad, se contemplaba un plazo de carencia de unos tres años con el fin de que quienes tuvieran dificultades para costear esa inversión, o no quisieran construir, pudieran encontrar una solución o vender su propiedad. Las derramas pendientes de pago se iban a reclamar por vía judicial.


La obra solo podía empezar si la mayoría se comprometía a poner la derrama, lo que no ocurrió ayer. Votaron en contra numerosos dueños de aparcamientos, la sociedad Locales Casa Azul, que agrupa a los dueños de los bajos y que representa al 15,56% de la propiedad, y titulares de varios pisos.


«Todos perdemos, pero se acabó», comentó Eduardo García, de la junta. Rosa Trigo, representante de los locales, dijo que «había reinado el sentido común» porque resultaba incierto construir sin un préstamo para la promoción. Al financiar a las personas «era un riesgo para quienes tienen el dinero y para los que no», y añadió que debería haberse considerado que los ingresos de los comuneros son limitados y que en esas condiciones no se sabía con claridad que la obra pudiera terminarse.