VANDALISMO EN ZARAGOZA

Un joven pillado in fraganti mientras intentaba quemar un contenedor

La Policía lo detuvo en el Arrabal, muy cerca de donde se produjeron otros cinco incendios.

Este contenedor resultó parcialmente dañado porque el fuego se pudo sofocar a tiempo.
Un joven pillado in fraganti mientras intentaba quemar un contenedor
ESTHER CASAS

Con las manos masa, o mejor dicho con un cartón encendido y dispuesto a lanzarlo dentro de un contenedor. Así encontró la Policía Nacional, a las 6.15 de ayer, a un joven de 20 años, vecino del Arrabal, que fue detenido inmediatamente después de que una patrulla lo interceptara en los alrededores de la calle de Zalmedina, en su mismo barrio. El presunto pirómano será puesto hoy a disposición judicial.


Los agentes lo sorprendieron en la mencionada vía, muy cerca de donde unos minutos antes se habían producido otros cinco pequeños incendios en otros tantos contenedores situados en calles próximas. En ningún caso hubo daños personales ni materiales en coches ni viviendas, porque el fuego se detectó y fue sofocado rápidamente gracias a las llamadas vecinales y porque los agentes usaron extintores antes de la llegada de los Bomberos.


Los cinco fuegos se detectaron en torno a las 6.15 y sobre esa hora se recibió el primero de los avisos. Esa llamada alertaba de que estaban ardieron dos contenedores en la calle de Sixto Celorrio, esquina con García Arista. Más tarde, hubo otro que indicaba que había otro incendio en las inmediaciones de la calle de Ricardo del Arco, 5. La última llamada fue para comunicar otro suceso similar en un contenedor situado en la calle de Mariano Turmo, a la altura del número 5. Y el joven fue sorprendido en la calle de Zalmedina, que es perpendicular a la anterior. No obstante, el juez decidirá que hechos se le imputan.


Reincidentes


Por fortuna, en esta ocasión, no hubo que lamentar daños graves, todo lo contrario que en la última quema de contenedores en el barrio, el pasado 19 de enero. En aquella fecha, el incendio, que se declaró sobre las 5.20, desató la alarma entre los residentes, que llegaron a abandonar sus casas y bajar a la calle. Las llamas cobraron tanta fuerza que alcanzaron la tercera planta del inmueble, en el que se deformaron ventanas y se rompieron cristales.


Al grave peligro que entrañan estas actuaciones hay que añadir el elevado gasto económico. Porque a los zaragozanos les cuesta ya más de 21.000 euros mensuales reponer los contenedores arrasados. Según fuentes municipales, a lo largo del año pasado se quemaron 385 contenedores en los diferentes barrios de Zaragoza, 45 más que en 2009.


Desgraciadamente, los sucesos de este fin de semana en Las Fuentes no son algo aislado. De hecho, se trata de uno de los barrios más castigados por estos incendios.


Uno de los incidentes más graves se produjo en enero de 2010. Un grupo de vándalos inició una ruta demoledora que atravesó las calles de Batalla de Pavía y Leopoldo Romeo, entre otras, para prender fuego a una veintena de depósitos y causaron daños en al menos nueve vehículos. El humo y las llamas también afectaron a las fachadas de varios edificios, ya que las altas temperaturas hicieron desprenderse los azulejos y derritieron numerosas persianas y toldos de plástico. Entonces, los Bomberos no tuvieron que desalojar ningún inmueble y solo entraron en una vivienda para ventilar las estancias.


El Ayuntamiento de Zaragoza ha asegurado en numerosas ocasiones que su intención es reforzar las labores de vigilancia de los agentes municipales y su colaboración con la Policía Nacional. Entre otras cosas, afirman que la línea de actuación debe ser aplicar medidas ejemplificadoras con los vándalos y, además, condenarles a las penas máximas que se contemplan para este tipo de delitos.