OBRA BENÉFICA

Piratas y fantasmas se alían para ayudar a dos niños de La Almozara

Los tres colegios del barrio organizan una representación teatral con el objetivo de recaudar fondos para Enrique y Jorge, de 8 y 5 años, que están enfermos.

El grupo de teatro está formado por diez mamás.
Piratas y fantasmas se alían para ayudar a dos niños de La Almozara
ARáNZAZU NAVARRO

«El capitán Bonanza, el capitán Bonanza!». Con la letra de esta canción hicieron su aparición en el escenario cuatro piratas -con parche en el ojo y botella de ron en la mano incluídos- y comenzó la actuación.


Durante 45 minutos un grupo de diez mujeres, que pertenecen a las asociaciones de madres y padres de los tres colegios públicos del barrio de La Almozara, dejaron a un lado sus deberes profesionales y familiares para representar ante un animado público la obra 'Pluft, el fantasma'. El motivo, ayudar a Enrique y Jorge, dos hermanos de 8 y 5 años que estudian en el colegio La Almozara y que sufren una rara enfermedad genética denominada adrenoleucodistrofia -que provoca una degeneración neurológica que causa deterioro de la visión, la audición, el habla y la motricidad-.


A Enrique le diagnosticaron la enfermedad en junio y ahora se encuentra muy avanzada. «Ha sido rapidísimo. En pocos meses ha perdido la mayoría de sus capacidades, salvo la audición. No puede ver, ni andar, ni hablar. Y no hay solución», explicaba apesadumbrado José Antonio Marcos, director del colegio donde estudian los pequeños. Jorge ha empezado a presentar los síntomas por lo que ha sido trasladado a Barcelona, donde se recupera de un reciente trasplante de médula.


Por ellos, y para financiar la estancia de la familia en Barcelona durante unos meses -los dos padres de los niños están en paro-, el centro cívico de La Almozara, donde tuvo lugar la actuación, se llenó por completo. En tan solo media hora se agotaron las entradas para las dos representaciones programadas. «Nos hemos quedado alucinados, sin duda está viniendo todo el barrio», decía una de las taquilleras.


Los que se quedaron sin entrada -cuyo precio era de 2 euros-, pudieron colaborar con un donativo en la 'fila 0'. «Hemos puesto una urna transparente para aquellos que no puedan asistir por falta de entradas o de tiempo, para que puedan colaborar con nosotros de alguna manera», comentaba Marian Roche, encargada de salvaguardar la urna. Su compañera, Marta Calvo, se mostraba sorprendida por tanta participación: «Esto es increíble. Muchísimos vienen expresamente para dar un donativo y luego se van».


La actividad fue comunicada a través de una misiva que entregaron los tres colegios a los padres de sus alumnos y por medio de HERALDO. «La respuesta está siendo muy positiva, estoy muy agradecida por todo lo que están haciendo», comentaba emocionada la madre de los niños, que acudió al acto con el mayor de los dos.


Aunque el motivo de la iniciativa no invitara a la diversión y a más de uno se le cayera la lagrimilla, las mamás convertidas en piratas y fantasmas hicieron una buena representación y el público, en su mayoría infantil, rió a carcajadas. Los vecinos de La Almozara aportaron ayer su granito de arena.