BAR ESPAÑA

Abandono de un bar en la Plaza del Pilar

Los dueños de los restaurantes colindantes aseguran que han empezado a salir ratas y cucarachas del local, donde se están estropeando los alimentos que quedaron dentro cuando cerró sus puertas, hace ocho días. Los propietarios abandonaron el establecimiento sin comunicárselo a trabajadores ni proveedores, según señalan estos.

Algunos empleados colocaban ayer carteles reivindicativos en la puerta del bar España.
Abandono de un bar en la Plaza del Pilar
JOSÉ MIGUEL MARCO

El bar España de la plaza del Pilar, conocido por sus populares menús a seis euros, cerró sus puertas al público hace ocho días. Dentro se quedaron alimentos y demás productos perecederos. Al menos, esto es lo que denuncian sus trabajadores, a los que no se les ha avisado del cierre, y los responsables de los restaurantes colindantes, Las Catedrales y Augusta, que aseguran que han empezado a sufrir problemas de higiene. No en vano, tienen intención de denunciar esta situación ante Salud Pública la próxima semana.

El cierre se produjo dos meses después de que falleciera el dueño del negocio, momento en el que sus hijas se hicieron cargo del bar. «Después del Pilar, las hijas ya se encargaron de todo porque su padre estaba mal, pero de pronto cerraron y se fueron sin decir nada, ni a los trabajadores, ni a los proveedores, ni a los clientes», explicó Juan Carlos Hernández, uno de los empleados más veteranos.

Los dueños de los restaurantes de la zona se quejan de la aparición de cucarachas y otros insectos en sus instalaciones, que pasan desde el local clausurado. «Mi almacén está unido al del bar España por un pasillo, y por ahí me entran cientos de cucarachas y bichos de todo tipo», afirmó Isabel Calvo, dueña de Las Catedrales. Al otro lado, en el bar Augusta, Santiago Castro se muestra «preocupado». «Nos da miedo que les quiten la luz del bar porque entonces toda la comida se echará a perder y tendremos una plaga», comentó.

«De momento, estamos mirando el tema con abogados para ver cuál es el mejor procedimiento a seguir», apuntó Castro, recordando que tienen intención de denunciar estos hechos ante las autoridades sanitarias.

A este problema de higiene se suma otro de la misma índole en la puerta del establecimiento. Los proveedores siguen suministrando productos al bar, que sirven en la puerta, junto a la persiana cerrada. «No están avisados y por eso dejan el pan y los churros en la calle. No tardaremos en tener miles de ratas por aquí», dijo la dueña de Las Catedrales. Por su parte, la propietaria del local prefirió no hacer declaraciones a este medio, aunque los trabajadores aseguran que los inquilinos le debían «al menos, 10 meses de alquiler».

Fin del contrato

Los once empleados del bar España acudieron el 14 de enero a su lugar de trabajo como cualquiera otro día. Sin embargo, se encontraron la persiana echada. «Nadie nos avisó de que iban a cerrar. Hemos venido todos los días desde entonces por si acaso, pero está claro que no van a volver a abrir», comentó María Magdalena Treminio, una de las empleadas.

Después de una semana intentando localizar a las responsables del negocio -este diario también lo ha hecho sin éxito-, han interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional y el Juzgado de Guardia. «Nos deben dos meses de salario a todos los trabajadores, además del finiquito y las vacaciones desde hace tres años, que no hemos cobrado ni disfrutado», indicó Hernández.

A cinco de los empleados les resultará más complicado defender sus derechos ya que no disponían de un contrato firmado. «Nos prometían que cuando lleváramos tres años en España nos harían el contrato para que pudiéramos quedarnos, pero yo llevo cuatro años y nunca nos lo hicieron», afirmó Orlando López. «El tener que pagar un alquiler nos hizo permanecer en esas condiciones», apuntó otra empleada.

Ellos también han denunciado, pero tendrán que presentar pruebas que demuestren su trabajo en el bar. «No tenemos miedo porque contamos con muchos testigos: nuestros propios compañeros, los dueños de los bares cercanos y los clientes».