OKUPACIÓN

Los vecinos denunciarán a la Policía por el «brutal» desalojo de la cárcel de Torrero

El Ayuntamiento, propietario del edificio, pedirá al juez que vuelva a expulsar a los okupas, que regresaron el sábado al recinto aprovechando que los accesos no estaban sellados.

Los antidisturbios no intervinieron el sábado porque había niños.
Los vecinos denunciarán a la Policía por el «brutal» desalojo de la cárcel de Torrero
ARáNZAZU NAVARRO

La ‘resaca’ del desalojo de la vieja cárcel de Torrero podría ser demasiado larga. No en vano, las tres asociaciones de vecinos del barrio ya han anunciado su intención de denunciar la «brutal» actuación de la Policía. Durante los próximos días, se dedicarán a recopilar todo el material probatorio posible: fotografías, vídeos, partes médicos... Material que será aportado en la causa abierta en los juzgados de Zaragoza, donde ya se han recibido tres denuncias por estos hechos.


Pero no parece que el despliegue policial de la semana pasada vaya a ser el último, puesto que el Ayuntamiento de Zaragoza tiene intención de volver a pedir al juez que expulse a los nuevos okupas. Tras el desalojo del día 20, no se adoptaron medidas para sellar los accesos, algo que sí se hizo el pasado mes de noviembre, cuando se sacó a los mismos jóvenes del colegio Lestonnac. De ahí que los okupas volvieran a entrar en el inmueble apenas dos días después. Lo hicieron forzando una ventana y delante de la Policía.


La decisión de emprender acciones legales contra las fuerzas del orden público se adoptó ayer, en el transcurso de una asamblea en la que participaron representantes de las asociaciones de vecinos de Torrero, Venecia y La Paz, así como varios colectivos sociales del barrio. Su objetivo es hacer un «frente común» para acabar con los «atropellos policiales» y evitar que sus calles se conviertan cada poco tiempo en «un campo de batalla».


«Siempre hemos sido gente abierta al diálogo, por eso no entendemos por qué no se nos ha tenido en cuenta a la hora de adoptar una decisión sobre la cárcel», manifestaba ayer Chema Gregorio, miembro de la asociación de vecinos de La Paz. «Y me estoy refiriendo tanto al Ayuntamiento como a la Delegación del Gobierno -añadía-. A los primeros, por pedir el desalojo de un edificio que tienen abandonado y en el que no tienen intención de invertir un solo euro a lo largo de este año. Y a los otros, por llenar el barrio de policías e identificar a todo el mundo de forma indiscriminada».

En los mismos términos se expresaba el presidente de la asociación de vecinos de Torrero, Javier Grasa, para quien «no hacía falta que la Policía se empleara con tanta violencia». «Además de okupas, allí había vecinos, y muchos de ellos fueron agredidos por los antidisturbios», comentaba. «No es normal que a alguien que se levanta temprano para ir a trabajar se le identifique sin motivo, y eso está ocurriendo muy habitualmente en Torrero», concluía.


La Policía se justifica

El desalojo y la manifestación ilegal que tuvo lugar el pasado sábado fueron asuntos abordados ayer el la Comisión Autonómica de Seguridad, celebrada en la Delegación del Gobierno. La Policía Nacional justificó las medidas adoptadas durante la expulsión de los okupas y recordó que los vecinos allí congregados adoptaron un papel activo, amenazando y agrediendo, incluso, a los agentes. De hecho, uno de ellos recibió una fuerte patada en los testículos.


También se explicó el despliegue durante la concentración celebrada el día 22 en la plaza de las Canteras, así como en la posterior manifestación. Aunque la Jefatura Superior contaba con agentes de paisano en el lugar, fue la Policía Local (con los UAPO), la que se encargó de cubrir el acto. Cuando los ánimos se calentaron, se pidieron refuerzos y la intervención de los antidisturbios._Sin embargo, finalmente y ante la presencia de niños, se prefirió no recurrir a ellos.