Los conductores que regresaban ayer por la tarde a Zaragoza por la A-2 tuvieron que desviarse por la N-234 en dirección a Daroca, desde donde prosiguieron su viaje por la autovía Mudéjar (A-23). Según la Dirección General de Tráfico (DGT) se decidió establecer este recorrido alternativo en torno a las 15.00, después de que se registrasen retenciones debido a la elevada circulación y a la presencia de obras en la calzada.

En concreto, en la A-2 se están ejecutando trabajos en dos tramos a la altura de Épila y de Calatorao, donde solo hay un carril disponible para los conductores. De esta manera, y para descongestionar el tráfico en la autovía que une Calatayud con Zaragoza, se optó por esta solución, a la que ya se ha recurrido en otras ocasiones en las que aumenta el número de desplazamientos.

De esta forma, los vehículos que transitaban ayer por la tarde por la A-2 tuvieron que modificar su itinerario y continuar su camino desde Calatayud hacia Daroca y, de ahí, enlazar con la autovía Mudéjar hasta la capital aragonesa.

Fuentes de Tráfico confirmaron que tomaron esta decisión para dar mayor fluidez al tráfico, ya que desde las 14.00 se estaban produciendo retenciones. Efectivos de la Guardia Civil derivaron los vehículos desde primera hora de la tarde y hasta las 18.00, aproximadamente, momento en el que la circulación quedó normalizada. El volumen de tráfico en esa franja horaria era muy densa, por lo que se decidió aliviar de vehículos la A-2. La circulación, sin embargo, era un poco más lenta de lo normal, por las obras que se están llevando a cabo en la autovía y que suponen un estrechamiento de la calzada, aunque no se llegaron a producir atascos.

La página web de la DGT no registraba a última hora incidencias en las carreteras aragonesas debido a alguna complicación en la circulación.