JUICIO

Los forenses revelan que al joyero de La Almunia le dispararon a "cañón tocante"

Los supuestos asesinos, para los que se piden un total de 55 años de cárcel, dispararon contra la víctima pese a estar en el suelo y no ofrecer resistencia.

Se habían apoderado del botín y el joyero estaba tendido en el suelo, sin oponer ninguna resistencia. Pese a ello, uno de los atracadores no tuvo ningún reparo en aproximar el cañón de su arma a la víctima y apretar el gatillo. El disparo le atravesó el corazón y la muerte fue fulminante. Así lo explicaron ayer los forenses que practicaron la autopsia al cadáver de Juan Carlos Lafuente Callejero, al que asesinaron el 21 de marzo en La Almunia. "Le dispararon a cañón tocante", precisaron los especialistas durante la segunda sesión del juicio contra el rumano Nicolae Viorel Muresan y el moldavo Vladimir Lozovan, celebrada ayer en la Audiencia de Zaragoza.


Además de los forenses, ayer declararon algunos de los guardias civiles que investigaron el caso. Tras escucharles, la Fiscalía mantuvo la petición de 55 años de cárcel: 26 para Muresan y 27 para Lozovan, al que además de robo con violencia y asesinato se acusa de un delito de falsedad documental. Tampoco modificó su calificación la acusación particular, a cargo de la letrada Cristina Ruiz-Galbe.


En cuanto a la defensas, el abogado Alberto Aldecoa, que representa al ciudadano moldavo, dudó de la versión de los testigos y negó que el acuerdo de voluntades para perpetrar el atraco incluyera el asesinato. El letrado José Luis Melguizo negó que su cliente, Nicolae Viorel Lozovan, haya estado nunca en La Almunia y recordó que ninguna prueba de ADN le vincula con el crimen.