INMIGRACIÓN

Platos típicos y folclore tradicional para celebrar el día de Rumanía en Calatayud

Más del 20% de la población bilbilitana proviene de países de Europa del Este.

Pequeños y mayores compartieron un día festivo en el pabellón del barrio de la Consolación.
Platos típicos y folclore tradicional para celebrar el día de Rumanía en Calatayud
JESÚS MACIPE

Los rumanos que residen en Calatayud y en otras localidades del valle del Jalón celebraron ayer el Día Nacional de Rumania con el que desde 1990, ese país conmemora que el 1 de diciembre de 1918 se firmó en Alba Iulia, en Transilvania, la unión de todas las provincias que lo componen. Es el segundo año que quienes de allí proceden pero residen aquí, se juntan por unas horas para compartir esa festividad.

El pabellón del barrio de Consolación fue el lugar de reunión entorno a los aromas de la cocina rumana, la música y el baile de ese país. La fiesta, que estuvo organizada por las asociaciones Pro-Rumanía y Invingatorii de Calatayud, comenzó a las 17.00, y no solo estuvo abierta a quienes proceden de ese país sino a todos los que quisieron asistir, entre ellos el director general de Inmigración y Desarrollo de la DGA, Pedro Coduras. "Intentamos traer un poco de Rumanía aquí para que nos conozcan los bilbilitanos", explicó Jorge Cocosel, presidente de Pro-Rumanía. Se sirvieron platos típicos de 'mititei', unos rollitos de carne picada asados a la parrilla y condimentados con distintas especias, además de 'sarmale', carne con cebolla y arroz envuelta en hojas de col. El grupo de folclore rumano de Calatayud hizo una exhibición de la música, los bailes y la indumentaria tradicional. "Todos los años vamos a mejorar y a intentar atraer a más gente", dijo Cocosel. Más del 20% de los residentes en Calatayud tienen nacionalidad rumana, un colectivo que ha impulsado también la creación de un templo ortodoxo y un centro cultural para las actividades de la parroquia de San Juan el Rumano, a la que pertenecen rumanos de Ricla, Cariñena, La Almunia, Illueca o Ateca. La iglesia, construida en madera, se va a importar y mantendrá la arquitectura característica de estos edificios en el norte de Rumanía.