INVESTIGACIÓN

El ADN no confirma el móvil sexual en el homicidio de la gasolinera de La Joyosa

No se han hallado restos de semen del acusado en el cuerpo de la víctima, de 58 años y vecino del municipio.

La Guardia Civil recogió muestras de todo tipo en la cabina del camión.
El ADN no confirma el móvil sexual en el homicidio de la gasolinera de La Joyosa
ESTHER CASAS

El Instituto Nacional de Toxicología acaba de remitir un informe a la juez que investiga el homicidio de la gasolinera de La Joyosa en el que le comunica que no se han hallado restos de semen del presunto homicida en el cuerpo de la víctima. El cadáver fue hallado el pasado 8 de agosto junto a la cabina de un camión aparcado en la citada área de servicio, y se detuvo a su conductor como presunto responsable de la muerte. Desde el primer momento, la Guardia Civil sospechó que podía tratarse de un crimen con un móvil sexual. Y lo hizo porque a la víctima se la conocía por frecuentar el área de servicio y contactar con camioneros, y porque cuando se encontró su cadáver tenía los pantalones bajados. Sin embargo, las pruebas de ADN no han permitido confirmar esta hipótesis.

El transportista de Jaén a quien se imputa la muerte, Emilio José M. M., de 32 años, negó desde el principio que hubiera mantenido relaciones sexuales de cualquier tipo con el fallecido, José Manuel L. P., de 58 años. De hecho, primero ante la Guardia Civil y después ante el juez, el camionero ha mantenido que ni siquiera recuerda haber hablado con él en la cafetería de la gasolinera. Sin embargo, hubo alguna empleada del establecimiento que sí les vio conversando. Esta persona declaró que escuchó como la víctima le pedía fuego al transportista, pero reconoció que no se fijó si se fueron juntos.

Los abogados que se encargan de la defensa del presunto homicida, Francisco Javier Oses y Soraya Laborda, creen que los resultados de la prueba de ADN corroboran la versión del camionero, que siempre ha mantenido que intentó robarle y se limitó a defenderse. Por ello, han pedido ya a la juez instructora la puesta en libertad del sospechoso, que se haya en prisión provisional por estos hechos desde el pasado 10 de agosto.

Para la Fiscalía, al margen del móvil, la muerte del vecino de La Joyosa debe calificarse como homicidio. Y fundamenta su postura en las conclusiones de la autopsia, que reveló que el fallecimiento se produjo por la rotura de la tráquea. Los forenses dijeron además que dicha fractura fue consecuencia de una fuerte presión.

El detenido ha reconocido que fue él quien agarró por el cuello a la víctima, pero insiste en que lo hizo porque trataba de defenderse de una agresión previa. Mantiene que tras pasar un buen rato bebiendo alcohol en la cafetería del área de servicio, se marchó a su camión para descansar. Según su versión de los hechos, cuando ya estaba dormido, fue el vecino de La Joyosa quien le despertó. Pensó que intentaba robarle, por lo que lo cogió por el cuello y trató de incorporarse. Su abogado, Javier Osés, asegura que ha sido posteriormente cuando su cliente se ha enterado de que el fallecido podía tener inteciones libidinosas. Porque el camionero, casado y con dos hijos, asegura que ni conocía a esta persona ni quedó nunca con ella para que acudiera a la cabina.

Después de que la víctima se desplomara junto al camión, el transportista llamó a otros compañeros para que acudieran a ayudarle. Para la defensa, no existen pruebas para imputar a su cliente homicidio. De hecho, considera que procedería el sobreseimiento y archivo de la causa. Y en el peor de los casos, dice, solo podría imputarse al transportista un delito de lesiones dolosas en concurso con el delito de homicidio imprudente.

En el recurso de reforma, y subsidiario de apelación ante la Audiencia, recuerda que cabrían las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable, así como las atenuantes de intoxiacción etilíca y arrepentimiento espontáneo.