Agendas ocultas, negociaciones a puerta cerrada e ingentes dosis de recelos y suspicacias. Los presupuestos con los que habrá de funcionar el Consistorio zaragozano durante 2011 centraron ayer el pleno municipal, a pesar de que solo había una moción que hacía referencia directa a las cuentas. Moción que instaba al equipo de gobierno a elaborar un informe con el detalle de todas las deudas pendientes, que deberá entregarse en 15 días, así como a presentar un proyecto de presupuestos. Lo moción, por cierto, salió delante por unanimidad dado que PSOE y PAR también votaron a favor. "¿Acaso piensa el PP que no vamos a cumplir la ley?", se preguntó el vicealcalde Fernando Gimeno, que acusó a la bancada de la oposición de desconocer el funcionamiento de los créditos de Tesorería y de poner dificultades, al recurrir las modificaciones de crédito, para que el Consistorio pague a sus acreedores.

La portavoz popular Dolores Serrat pidió que "abra el debate de las cuentas municipales" y criticó que "el modelo de negociación a puerta cerrada resta la imprescindible transparencia y claridad en tiempos de crisis" y denunció que el gobierno no se atiene a cifras reales dado que "trabaja presupuestando los ingresos al alza y los gastos a la baja, por lo que se siguen generando tremendos agujeros".

El consejero municipal de Economía y Hacienda cifró en un 6% la desviación de ingresos sobre la previsión del presupuesto ("que ya le gustaría al resto de las administraciones") y negó una y otra vez con la cabeza cuando el PP recriminaba que no se haya gastado buena parte de la partida social, que no se enciendan las farolas para ahorrar, que la Policía reposte gasolina en Bomberos...

Acaso, quien más tenía que decir en el tema de las futuras cuentas, fuera Juan Martín, el portavoz de CHA, que parece decidido a acordar el presupuesto siempre y cuando se cumplan dos condiciones: que no haya partida para grandes proyectos (cifrada en 300.000 euros) y que no se recorte en cuestiones de política social.

Para CHA, la prórroga abocaría a un escenario de ingobernabilidad -negaría a los grupos de la oposición su derecho a debatir, a presentar propuestas y alegaciones- y el futuro presupuesto, en cualquier caso, será de mínimos. Y como aún queda mucha letra pequeña por leer y mucha mirada velada por interpretar, Juan Martín y Fernando Gimeno volvieron a reunirse ayer (tercera cita en seis días), aunque habrá que esperar al lunes o martes -fecha límite- para conocer la resolución final.

El portavoz del grupo municipal de IU, José Manuel Alonso expresó su apoyo a la iniciativa porque "es apoyar la legalidad", dado que el Gobierno municipal tiene la obligación de hacer públicos los presupuestos en plazo.

Las plusvalías de la orla este

Otro de los temas candentes del pleno de ayer fue la propuesta estrella del último debate del estado de la ciudad: la revitalización de la orla este. El PP, con el plan director de Floralia en la mano, insiste en que las plusvalías y las recalificaciones solo servirán para montar los pabellones de la Expo de 2014 y que los vecinos de Las Fuentes y San José no se verán beneficiados por las recalificaciones. El alcalde Belloch recordó que no tiene mayoría y que no hay consenso para Expo Floralia pero sí para cerrar la ciudad por el este. El consejero de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, por su parte, explicó que las plusvalías derivadas de la modificación del PGOU son un "instrumento urbanístico" y que "todas las economías que se saquen de la operación irán destinadas a los barrios".

A lo largo del pleno, entre otras mociones, se aprobó por unanimidad una de CHA para la inmediata ejecución de las obras de acondicionamiento de las riberas del Canal Imperial de Aragón, en el tramo urbano de San José -que se 'deben' desde 2008- y el Consistorio también se comprometió, a petición de Izquierda Unida, a abrir un proceso participativo para elaborar los pliegos de condiciones del próximo contrato de servicio de mantenimiento de zonas verdes, que actualmente se encuentra prorrogado.