INFRAESTRUCTURAS

"Hay que vigilar el puente de Piedra"

Leonardo Fernández Troyano es arquitecto y participó en los últimos trabajos de consolidación del puente de Piedra, en 1991. Aunque cree que es una estructura "fuerte", opina que hay que estudiar las grietas.

Las grietas han aparecido en la arcada más cercana a la margen derecha.
"Hay que vigilar el puente de Piedra"
JOSé MIGUEL MARCO

El puente de Piedra necesita un seguimiento y una vigilancia". Son las conclusiones que extrae, desde la experiencia, el último arquitecto que estudió de cerca y en profundidad esta histórica infraestructura. Leonardo Fernández Troyano dirigió en 1991 los trabajos de consolidación del más antiguo paso sobre el Ebro de Zaragoza, y aunque confía en la fortaleza que la piedra otorga al conjunto, advierte de que las grietas que hay en la arcada más cercana a la margen derecha deben tener un seguimiento constante.


Estos daños han llamado la atención de Fernández Troyano, quien se ha interesado por ellos desde su estudio de Madrid. A la vista de las fotografías publicadas por este periódico, cree -desde la prudencia que exige la lejanía- que la estructura no corre peligro. "Son grietas longitudinales, sería más preocupante que atravesaran los arcos de lado a lado", afirma el arquitecto. Aún así, confirma que "la clave es ver la evolución", por lo que recomienda "un seguimiento a las grietas".


Una de las maneras sería "poner testigos" para comprobar si estas deficiencias van a más. Se trataría de instalar unas piezas lisas de yeso en los orificios, de manera que si las grietas se abren, se rompan, demostrando así que los problemas en la infraestructura van en aumento.


El Ayuntamiento de momento no tiene pensado tomar medidas de este tipo, ya que considera que la contrata de mantenimiento de los puentes de la ciudad ya ha escrutado a fondo el puente de Piedra. En su día se recomendó que se limpiara la vegetación que se acumulaba en las bases, cosa que ya se ha hecho. Los informes municipales dicen que la estructura no corre peligro, a pesar de que un informe de Patrimonio sí recomienda peatonalizar este paso sobre el Ebro como medida de precaución.


Fernández Troyano opina que el puente de Piedra es una estructura "fuerte" que, al menos de momento, puede soportar el paso del tráfico. Recuerda que en su día los trabajos sobre esta estructura consistieron, principalmente, en "recalzar las cimentaciones, quitar los voladizos de hormigón, recuperar el petril del puente antiguo y restaurarlo todo".


El debate pendiente


De momento, en el Ayuntamiento se ha dejado claro que no se va a tomar ninguna decisión al respecto, conscientes de que podría generar una oposición frontal por parte de los vecinos del Arrabal, o al menos en buena parte de ellos. La asociación vecinal se ha cerrado en banda cada vez que el asunto se ha puesto encima de la mesa, y el Consistorio no quiere encender el debate, y menos a seis meses de las elecciones.


Sin embargo, fuentes del equipo de gobierno reconocen que se trata de un tema pendiente, que tarde o temprano habrá que afrontar. El asunto se quiere consensuar en la medida de lo posible con los vecinos, que ya han escuchado en alguna ocasión la posibilidad de peatonalizar el puente en una acción global en la zona, que conllevaría actuaciones de este tipo en la calle de Sobrarbe y en Don Jaime I.


El Consistorio tendría que reestructurar el trazado de los autobuses, que tardarían más tiempo en enlazar el casco histórico del Arrabal con el centro de la ciudad. Cuando se ha cortado el puente de Piedra por algún motivo -el más reciente, por las largas obras del balcón de San Lázaro-, el transporte público se ha desviado por el puente de Hierro, que parece la opción más factible en el caso de una futura peatonalización del puente de Piedra. Sobre todo si se tiene en cuenta que por el de Santiago circulará el tranvía, y para ello se reducirán los carriles para el tráfico rodado.