COMUNICACIONES

Los vecinos del Arrabal, en contra de la peatonalización del puente de Piedra

Dicen que "no hay alternativas razonables" para el paso de los autobuses y que la movilidad de la margen izquierda se verá "muy perjudicada".

Los vecinos del Arrabal recibieron ayer con "sorpresa" y "enfado" la publicación por este periódico del informe que maneja el área de Patrimonio del Ayuntamiento en el que se recomienda la peatonalización del puente de Piedra para evitar su deterioro. La asociación de vecinos Tío Jorge-Arrabal dijo que estas intenciones suponen "jugar con la movilidad del barrio del Arrabal", en palabras de su presidente, Rafael Tejedor.


"Entre el 35 y el 39 pasan 27 autobuses a la hora por el puente de Piedra, que me expliquen si eso estropea tanto el puente", lamentó Tejedor. El presidente de la asociación de vecinos mantuvo que "cualquier vuelta del transporte público causará demoras", que calculan en más de cinco minutos. "Una lucha por la movilidad en el barrio de más de cien años no se puede ir por cuatro grietas", añadió Tejedor.


El presidente de la asociación de vecinos, además, recuerda que "por el puente de Santiago irá el tranvía", por lo que "el puente de Hierro se quedará como casi la única opción, no hay alternativas razonables". Cree que si el servicio de autobús se deteriora y los trayectos aumentan, "la gente usará más el vehículo privado".


La posible peatonalización del puente de Piedra se ha debatido en el pasado, y los vecinos siempre se han mostrado en contra por los problemas que podría ocasionar en el transporte público. Sin embargo, el servicio municipal de Patrimonio e Historia Cultural defiende la peatonalización de esta infraestructura, que es Bien de Interés Cultural (BIC).


Aunque no corre peligro de caerse, el deterioro en el puente es evidente, sobre todo desde hace unas semanas, cuando se retiró la maleza de los bajos. Las grietas son especialmente importantes en las arcadas más cercanas a la margen derecha, junto al Club Náutico. Algunos técnicos consideran que las vibraciones que producen el paso de los autobuses han contribuido notablemente a su deterioro. Pese a todo, el Ayuntamiento no tiene planes a corto plazo de proceder a su peatonalización.