MIRALBUENO

Regresa el timo de las 'cartas nigerianas'

Tienen matasellos de Tanzania pero son las típicas 'cartas nigerianas' en busca de un incauto o de un avaricioso al que proponer un negocio aparentemente ventajoso y con el que supuestamente puede ganar mucho dinero.

Regresa el timo de las 'cartas nigerianas'
Regresa el timo de las 'cartas nigerianas'

Tienen matasellos de Tanzania pero son las típicas 'cartas nigerianas' en busca de un incauto o de un avaricioso al que proponer un negocio aparentemente ventajoso y con el que supuestamente puede ganar mucho dinero. En los últimos días, decenas de ciudadanos residentes en los barrios de Miralbueno o en la urbanización Torres de San Lamberto han recibido misivas personalizadas en las que se les pide su ayuda para sacar 177 millones de dólares norteamericanos que están en una caja de seguridad de un banco de Tanzania. A cambio se les ofrece el 30% de ese dinero, más el 10% de los beneficios que se obtengan con él en los próximos cinco años.

El que solicita esta "cordial relación de negocios", como figura textualmente la carta, dice ser ni más ni menos que Charles Taylor Jr., hijo del ex presidente de Liberia del mismo nombre y uno de los más sanguinarios y crueles señores de la guerra que se recuerda. Este deleznable personaje creó milicias con niños soldados y combatientes drogados a los que ordenaba destripar a sus víctimas y levantar barricadas en los caminos con tibias, calaveras e intestinos, como describió en su día el periodista Manu Leguineche.

Según afirma el mencionado Charles Taylor junior, en realidad su padre es "un buen hombre" que en la actualidad está "retenido contra su voluntad" por la Organización de Naciones Unidas acusado de crímenes de guerra.

Para ganarse al incauto, en la carta se le explica que cuando visitó a su padre el 19 de noviembre de 2009, le dio su dirección y le dijo que tenía "mucha confianza en su persona". Luego le comenta que actualmente se encuentra asilado en Tanzania, que ha confirmado que los 177 millones de dólares siguen en la caja de seguridad y que tiene toda la documentación para reclamarlos. Para hacer la transacción, solicita al destinatario de la carta que envíe sus datos a un número de fax.

A pesar de los protagonistas, esta carta es uno más de los miles de intentos que hacen los estafadores para timar dinero. Bien en papel o a través de correo electrónico, cuando no proponen negocios cuentan al destinatario que ha recibido una herencia de África o que le ha tocado la lotería.