JOAQUÍN SABINA

"Ha llegado el momento de cantar una jota"

El cantautor ofrecerá en Interpeñas uno de los conciertos más esperados de estas fiestas.

Puede quedar fenomenal: una jota entonada con chistera y todo.
"Ha llegado el momento de cantar una jota"
RAFAEL GOBANTES

Antes de comenzar, querría agradecerle el detalle de expresar su voz desde esta ventana, HERALDO DE ARAGÓN, después de tanto tiempo de silencio en los medios. Entiendo que tiene algo importante que decir.

Yo tengo que agradecerle a usted la gentileza con que me ha abierto esta ventana.

Apenas me limito a darle al botoncito de la grabadora y preguntar procurando no equivocarme demasiado. Si le parece, comenzaremos por Labordeta.

Viví su muerte con una profunda tristeza. Me conmovió el cariño que le dedicó la gente, la identificación de los aragoneses con él. Yo sufrí un accidente en casa. Me rompí una costilla que, por cierto, todavía me duele. No estuve, pero me encontraba muy cerca. Le dediqué mi primer concierto tras el accidente, en la plaza de toros de Murcia.

En el velatorio, entre tantas muestras de cariño, entre tantas flores, había un ramo con la leyenda 'Gracias por tu ejemplo' firmada por usted.

Habrá mejores cantantes, mejores poetas; pero conozco muy pocas personas con su integridad. La sociedad actual no anda sobrada de ejemplos de este tipo, de gente con esa coherencia.

¿Se atreverá con alguna canción de Labordeta en su próxima actuación en Zaragoza?

Igual sí. Yo creo que ha llegado el momento de cantar una jota en un concierto de Sabina.

¿Cuál le gusta?

Me gusta, por ejemplo, una que le canté hace mucho tiempo en el teatro Alcalá Palace. La jota decía que en Aragón hay tres cosas: Buñuel, Goya y la voz de Labordeta. Además, es que ahora los maños os habéis vuelto locos.

No diga eso, hombre.

¡Es la tercera vez que voy a Zaragoza en menos de un año!

Recuerdo la primera. Fue en la Sala Mozart. Lo vi desde el palomar, al calor de su música y de una amiga maravillosa. Acababan de empezar la gira y ya sonaban de flipar.

Tres veces en tan corto espacio es mucho. Me gusta Zaragoza.

Y los zaragozanos. ¿Guarda una gran relación con algunos hijos de esta tierra?

Claro. Antes hemos hablado de Labordeta. Le hablaría de Luis Alegre, de Joaquín Carbonell. Por supuesto, de Josemi Sagaste, que es el saxo de la banda.

Por cierto, le encuentro especialmente feliz, muy alegre.

Acaban de concederle el Nobel de Literatura a un amigo mío. Un Nobel no se concede todos los días.

Mario Vargas Llosa: escritor enorme.

Y gran taurino.

¿Pero no era anticultura ese deporte tan emocionante de los cuernos, los toros?

Eso es una aberración. Existe una riquísima cultura taurina. Otra cosa es la utilización que ciertos sectores, incluso políticos, hacen de los toros.

¿Se refiere a la prohibición de los toros en Cataluña?

Y, sin embargo, sí permiten los 'correbous'. Aberración y contradicción. Eso no es coherencia.

Lamentablemente, me temo que la sociedad actual padece problemas de mayor envergadura que el conflicto taurino.

Vivimos un momento de crisis. A corto plazo, todos apreciamos negros nubarrones en el horizonte, es cierto.

La crisis gravita sobre todo el mundo, menos sobre su equipo de fútbol, el Atlético de Madrid. Ya ha dejado de ser el pupas.

Incluso ganamos algún título. Cruzaremos los dedos a ver si sigue la suerte.

La dichosa crisis. Y, sin embargo, usted sigue llenando.

Esa es la mayor felicidad que puede tener un artista: saber que hay alguien ahí al lado, junto a ti.