HERALDO ABIERTO

"El Parque de la Esperanza necesita más reparaciones y limpieza"

El Monumento a los Niños ya luce de nuevo, pero en la plaza hay muchas baldosas rotas.

En la zona donde se levantaba el cuartel, posteriormente demolido, es donde ahora se sitúa el Parque de la Esperanza donde los populares quieren colocar una placa en memoria de los menores asesinados.
"El Parque de la Esperanza necesita más reparaciones y limpieza"
P. F.

Después de casi cinco meses, los niños que juegan en el Parque de la Esperanza (junto a la plaza Mozart, donde estaba la Casa Cuartel de la Guardia Civil que fue atacada por ETA en 1987) vuelven a escalar y tocar todas las esculturas del Monumento a los Niños. Una de las estatuas sufrió un acto vandálico en abril, el Servicio de Patrimonio municipal la retiró y hace unos días se volvió a colocar.


El Monumento a los Niños, obra de Carlos Pérez de Albéniz, se inauguró en 1991, en homenaje a las once víctimas (seis adultos y cinco niñas) del atentado. El conjunto escultórico consta de cuatro figuras: dos jóvenes, una niña (a la que los gamberros arrancaron una pierna hace cinco meses) y un perro. El Parque de la Esperanza es muy frecuentado por niños y familias. Y es habitual ver a chavales que juegan con estas figuras de bronce o se deslizan por el 'tobogán' de mármol que hay en mitad de la plaza.


"Está muy bien que por fin arreglen el monumento. Primero se llevaron la estatua y no sabíamos si la iban a volver a poner. Después estuvo un tiempo vallado, y era un poco peligroso para todos los niños que juegan por aquí. Y hace unos días descubrimos que el monumento volvía a estar completo. Esperemos que dure", afirma Pilar Jiménez, vecina del Arrabal que suele jugar en la plaza con sus nietas.


Los fines de semana o cualquier tarde de buen tiempo, el Parque de la Esperanza se llena de terrazas, niños en bici o con patines, adolescentes jugando a fútbol, pequeños en los columpios? "Me alegro de que hayan restaurado la estatua, pero la plaza necesita más reparaciones y limpieza. Hay muchas baldosas rotas y en una plaza peatonal de tanto uso es un peligro. Ya ha habido varias caídas. Algunas baldosas son de pizarra, un material que se rompe mucho. Deberían reponerlas o cambiarlas por otras de otro material", comenta Pilar, usuaria habitual del entorno.


Otro problema es que las zonas verdes están inutilizadas por la presencia de excrementos de perros. "Esto no es culpa del Ayuntamiento, sino de la falta de civismo de algunos vecinos. El césped está muy sucio y los chicos no pueden jugar ahí. En la plaza hay una papelera para excrementos caninos, pero no parece que se use mucho", señala Pilar.