SENTENCIA

Trece años de cárcel para el hombre que casi mata a otro en Villanueva de Gállego

Carmelo Salguero acuchilló a un vecino de Zuera sin discusión alguna y por la espalda.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Carmelo Salguero Jiménez a 13 años de prisión por el intento de asesinato de Antonio M. A., un vecino de Zuera de 36 años que tuvo la mala suerte de juntarse con él en la madrugada del 13 de julio de 2008 en un bar de Villanueva de Gállego.


El tribunal de la Sección VI no tiene ninguna duda de que la intención de Salguero era acabar con la vida de Antonio M. A., tanto por la forma en que le atacó -por la espalda-, como por el arma utilizada -una navaja de 10 centímetros de hoja- y la zona dónde se la clavó -en medio del cuello-. Y todo esto a pesar de que momentos antes la víctima había defendido al acusado frente a otras personas e incluso le había invitado a unas consumiciones.


La sentencia considera probado que sobre las 4.00 de ese día, Salguero estaba en el bar Versalles y a lo largo de la noche entabló conversación con Antonio M. y otras personas más. En un momento determinado, este último salió a la calle para mediar en favor del acusado en una discusión que este mantenía con unos jóvenes que le acusaban de haberles robado una moto. Al regresar al bar, la víctima invitó al procesado a una consumición.


Apenas una hora después, Carmelo Salguero decidió irse y, tras despedirse de varias personas, le dijo a Antonio M. que se iba y ambos salieron a la calle hablando de forma amigable. “En un instante, sin que se hubiera producido discusión alguna, el procesado sacó una navaja y desde atrás se la clavó en el cuello a Antonio M., que no pudo defenderse ante lo inesperado, repentino y rápido de la agresión”, recoge el fallo judicial.


La víctima entró al bar y como sangraba abundantemente, fue trasladado con carácter de urgencia y en estado muy grave a la MAZ. La herida, hecha de arriba hacia abajo y de delante hacia atrás, le causó lesiones mortales de necesidad y si no murió fue porque recibió asistencia en muy pocos minutos. De hecho, tuvo que ser operado dos veces y estuvo en estado crítico. Estuvo hospitalizado 28 días, nueve de ellos en coma, tardó 311 días en recuperarse y le han quedado secuelas.


Tras la agresión, el acusado huyó aunque fue localizado por la Guardia Civil cuando salía de su casa, de la calle del Comercio con una catana en la mano y un abrecartas en el bolsillo. La navaja usada fue encontrada cerca de su domicilio, manchada de sangre.


El fiscal pedía para Carmelo Salguero 12 años de prisión, pena que la acusación particular, ejercida por el abogado Javier Notivoli, elevó a 14, mientras que la letrada de la defensa, Carmen Sánchez, solicitó cinco años por tentativa de homicidio.


Para el tribunal no cabe duda que este caso se trata de un asesinato y no de un homicidio porque concurre “con toda nitidez” la llamada “alevosía sorpresiva”. Es decir, una actuación “súbita, repentina o fulgurante que por su celeridad no permite a la víctima reaccionar ni eludir el ataque”. Resalta, además, que Antonio M. no tenía ningún motivo para esperar el ataque: “Al contrario, los motivos los tenía para recibir un comportamiento afable de su agresor”.


El tribunal valora para imponerle 13 años de cárcel su peligrosidad y que, pese a los antecedentes que tiene, las sucesivas condenas no le han surtido efecto alguno. También le impone una indemnización de 37.240 euros, como pedía la acusación particular, aunque Salguero es insolvente.