CAMPO DE CARIÑENA

Del Bosque hace brotar el vino

La D. O. Cariñena inauguró ayer la 44ª edición de la fiesta de la Vendimia. La celebración contó con la presencia especial del seleccionador nacional de fútbol, que fue el encargado de encender la fuente de la Mora.

Dos reinas de fiestas, ataviadas con el traje regional, echan las uvas en la portadera.
Del Bosque hace brotar el vino
OLIVER DUCH

Fue una fiesta de la Vendimia un tanto peculiar. No se vieron abanicos y el intenso calor pasó más bien desapercibido, (de hecho se puede decir que hizo fresco). Son las consecuencias de retrasar un mes la celebración de esta fiesta y de ubicar su acto principal -la Exaltación del Vino- por la noche. Estas fueron las dos grandes novedades de esta 44ª edición que arrancó ayer. Aunque la mayor expectación no lo causaron estos cambios, sino la presencia del seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, que ejerció como invitado de honor.


Cientos de personas esperaban, cámara de fotos en mano, a que la fiesta empezase. Todo parecía preparado. El olor a vino impregnaba el ambiente y la fuente ya estaba teñida de rojo, aunque el caldo todavía no brotaba de ella. "Hemos venido desde Barcelona porque tenemos unos amigos que son de aquí. Nos habían hablado mucho de esta fiesta y nos apetecía conocerla en persona", comentó Elisabeth Fernández mientras aguardaba en la plaza de España.


Faltaban pocos minutos para las 21.00 -según el reloj del ayuntamiento- cuando las notas de la banda municipal de música de Cosuenda empezaron a escucharse desde la calle Mayor. La comitiva recorrió esta céntrica vía, que había sido adornada para la ocasión con viñas, una por cada municipio que conforma la denominación de origen.


Y por fin, el Santo Cristo entró en la plaza, seguido por las reinas de fiestas de los 14 pueblos, que portaban los canastos rebosantes de uva. Y de repente, Cariñena se rompió en un aplauso. Del Bosque apareció en una de las pantallas gigantes que permitían seguir el acto al detalle y apenas un par de segundos después, se le pudo ver en el escenario. En su discurso -precedido por un aplauso todavía mayor- dijo que por su trabajo había tenido la oportunidad de probar muchos vinos, pero que recordaba con especial agrado los caldos de Cariñena. Y aseguró que a partir de ahora, "los recordaría con un cariño todavía mayor".


Uno de los momento más emotivos llegó cuando las reinas de las fiestas comenzaron a echar los granos de uva en la portadera. Los encargados de pisarlos fueron dos jóvenes de Longares, Begoña Campos y Ángel Jaime. Minutos antes aseguraron no estar nerviosos. "Es que formamos parte de un grupo de jota y frecuentemente tenemos que estar sobre un escenario", aseguró Begoña, para quien, sin embargo, esta era su primera vez pisando uva. "Espero no caerme", bromeó, y añadió: "Confío en él -por su compañero-, que sí le ha tocado más de una vez desarrollar esta labor en el campo".


Al final todo sucedió como se esperaba. No hubo caídas ni imprevistos, y al ritmo de una jota los pies de Begoña y Ángel convirtieron los racimos en el primer mosto del año. Este fue recogido y ofrecido al Santo Cristo por la reina de la Vendimia de 2010, la joven Susana Mañas, de Encinacorba.


Y entonces, llegó el momento más esperado: el encendido de la fuente de la Mora. Vicente del Bosque fue el encargado de accionar el mecanismo que hizo que el vino comenzase a brotar. Apenas habían salido las primeras gotas y otro aplauso volvió a ensordecer la plaza de España de Cariñena. Un juego de luces tiñó de colores el espacio mientras de fondo sonaba 'El canto a la libertad', de Labordeta. No fue el único homenaje que se le rindió. Una vez concluido el acto, los participantes se reunieron en la sede del consejo regulador de la denominación de origen para hacer un brindis en su honor.


"Al hacerlo por la noche ha quedado mucho más elegante", señaló Ramón Tello. "Y el tiempo no es tan sofocante", añadió Antonio Miguel Serrano", quien aseguró que no se pierde ni una fiesta de la Vendimia. Pero nunca llueve a gusto de todos. "Pues nosotras lo preferimos de día y en agosto, que el tiempo acompaña más y viene más gente", añadieron unas espontáneas desde el público. "Eso sí que es verdad, esta vez, se ve mucha menos gente", confirmó Ramón.