PARQUE DEL AGUA

La bajada imposible por el canal de aguas bravas

Un conflicto entre empresas tiene esta atracción, que costó casi cinco millones de euros, funcionando a medio gas. Los posibles usuarios, a día de hoy, se encuentran con grandes dificultades para contratar bajadas.

El canal de aguas bravas está sin actividad la mayor parte del año.
La bajada imposible por el canal de aguas bravas
OLIVER DUCH

Iba a ser uno de los 'puntazos' de la Expo. Aguas bravas en Zaragoza. La alta montaña, llevada a la ciudad. Se lanzaron cifras mareantes. Más de 100.000 usuarios previstos al año, gradas para 4.000 personas, actividades deportivas durante todo el año -invierno incluido-... La realidad, más de dos años y medio después, es bien distinta. Rara es la vez que los paseantes del parque del Agua ven en marcha una instalación que fue adjudicada en su día por 4,7 millones de euros.


A punto de terminar la temporada de bajadas -lo de usar el canal en invierno se descartó cuando llegaron los fríos de 2008-, cada vez es más complicado contratar un servicio. La empresa que tiene la concesión, Murillo Rafting, delegó la gestión en otra compañía, Acuática No Limits; un conflicto entre ambas mantiene el canal de aguas bravas a medio gas. Los actuales gestores de la compañía decidieron la semana pasada dejar este servicio, el del embarcadero de aguas tranquilas y el del tren turístico -los tres van en la misma concesión municipal-.


Solo la mediación a última hora del Ayuntamiento recondujo la situación, aunque hacia el punto intermedio en el que se encuentran actualmente. Si alguien quiere hoy hacer una bajada por el canal de aguas bravas lo tiene realmente complicado.


La página web del parque del Agua tiene un teléfono para hacer las reservas. Sin embargo, durante toda esta semana ha estado desconectado. Según señalaron ayer los responsables de Acuática No Limits, se han suspendido las reservas telefónicas "porque llevábamos varias reservas hechas y luego los grupos no habían acudido". Esas reservas generaron unos gastos que luego no fueron rentabilizados.


Sin embargo, ni en la web del parque del Agua, ni en la de la empresa, ni en el buzón de voz telefónico se da una alternativa. Desde la compañía señalaron que para hacer una bajada hay que acudir al canal de manera presencial y solicitarlo. Los sábados y domingos, de 11.00 a 19.00. Sin embargo, tampoco eso es garantía de éxito, ya que desde la compañía señalaron que para poner en marcha la maquinaria que mueve el agua a través del canal tiene que haber un mínimo de cuatro barcas de seis personas cada una. En total, por lo tanto, deben juntarse 24 potenciales usuarios para darle al botón de encendido.


Esta solución se ha tomado de manera absolutamente provisional hasta que termine la temporada. Mientras tanto, las negociaciones entre las dos empresas, con la mediación del Ayuntamiento, siguen con pocos visos de llegar a buen puerto, según reconocen ambas partes. Los incumplimientos de contrato que se reclaman una empresa a la otra, y viceversa, podrían acabar en los tribunales en las próximas semanas.


Si Acuática No Limits decide no renunciar al servicio y romper su relación contractual con Murillo Rafting, el canal de aguas bravas volvería a manos de esta segunda empresa, que se encuentra actualmente en una situación más que complicada, en concurso de acreedores. Sus responsables se encuentran dispuestos a volver a asumir su gestión, aunque tienen que resolver muchos de los conflictos que tienen abiertos.


El Ayuntamiento, mientras tanto, permanece como mediador entre empresas, y ha señalado que su misión será que en todo momento esté garantizado el uso de la instalación. Aunque cada vez sea más complicado.